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100* nar la sociedad, defenderla y perfeccionarla cuanto eraposi a las personas, a las circunstancias, a los lugares y a la épo Hemos de notar también que la administración y gobie civil de los misioneros se ordenaba personalmente al indivt en particular en relación con los demás asociados, igualmé instruídos y enseñados, a fin de que cada uno pudiera ser. más feliz que es dado al hombre ser en la tierra; en cambio: administración y gobierno político de las misiones la ha. consistir en la recta disposición del conjunto social subordin siempre al gobierno civil. Por desgracia es muy propio:. hombre la confusión y perturbación unas veces; y Otras, suerte, la tranquilidad y el orden; con la diferencia de quep do el hombre para la paz y el orden, las pasiones mal dotn3 y concertadas le ocasionan voluntariamente la intranquilida: desasosiego público, y entre los incultos con más frecuencia-.,. entre los más cultos: cuanto al caso presente, la administ. y el gobierno político de las misiones tenía por fin el de fe y perfeccionar a todos los asociados en medio del congloni do de los españoles y de los indios. - En el presente estudio nos encontramos con particulari des muy importantes, las que pasamos a exponer deseguid Primeramente, los misioneros se opusieron a toda dominacló injusta, ya por su origen, ya también por el abuso; y esto su faltar a los derechos de los caciques, pues para ellos — los ml sioneros—todo cuanto era contra la ley natural y divina, 1 consideraban de ningún valor; en esto sus fundamentos ci administración y gobierno eran terminantes y bien definidosV al contrario, todo cuanto no fuera contra ese orden primordl lo respetaban sincer.amente, aunque fuera inútil para el bie público; pensaban, y con razón, que la pronta obediencia. más útil a la sociedad que entretenerse en juzgar de la utilida o inutilidad de una cosa, si no es contra la ley de Dios ni ce tra la naturaleza. Cuando los caciques, por falta de inteligenci no atendían al bien común o abandonaban sus cargos, dejái dose llevar de la innata pereza, los misioneros esperaban cese de cualquier impedimento que se les ofrecía de paso después de bien pensadas todas las circunstancias del ca se valían del consejo de los más distinguidos y avisados enti

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