BCCCAP00000000000000000000508

MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 465 que desde entonces he pasado y paso una vida bien angustiada, pero consolado porque, habiendo puesto mi mayor atención y dedicado todos mis cuidados a levantar nueva y mejor iglesia que la antigua, con el favor de Dios y de este devoto vecindario, la levanté y está ya te- chada y sirviendo para celebrar y hacer todas las funciones del culto divino y administrar el pasto espiritual a los fieles con decencia. Lo más del terreno sigue ocupado por las tropas del rey desde el año de 14, en que reconquistaron esta capital y con los cuarteles que en él han fabricado por haber ci terremoto destruido los que tenían en la ciudad. Este es el estado actual de este hospicio en que habito por decisión de S. M. y con su real aprobación desde el día 25 de abril de 1797, trabajando cuanto me ha sido y es posible en servicio de ambas majestades y con más honor de mi santo hábito, seráfica reli- gión y apostólico ministerio, gracias a Dios, que el que piensa y ha querido hacerme el R. P. Prefecto. Deseando evitar la nota de omiso en practicar alguna diligencia a fin de conseguir aguna indemnización de aquel terreno, de cuyo uso nos hallarnos privados, ocurrí, por parecerme lo más regular y conforme a los estatutos de nuestras misiones, a nuestro M.R.P. Pro- vincial y Comisario general Fr. José de Cambil el año de 1816, infor- mándole de todo y acompañándole un testimonio de la escritura y do- nación que nos hizo el Ilmo. Sr. Martí del expresado terreno, y otro del expediente formado ante el Sr. Capitán general de estas provin- cias para comprobar la ocupación del terreno por las tropas y cuarteles de S.M. Uno y otro testimonio fueron legalizados con el de otro ex- pediente sobre la licencia que yo pedí y me negó ci mismo Sr. Capitán general por dictamen del señor su asesor para regresarme a esa nues- tra provincia. Todo esto con mis respectivos informes fue en un pliego abultado que condujo en diciembre de dicho año de 16 el Ilmo. Sr. Arzobispo de esta diócesis, quien, habiendo llegado con felicidad a Cádiz y alojádose en nuestro convento a tiempo de hallarse en él nues- tro M.R.P. Cambil, le entregó mi pliego en sus propias manos, lo que me consta por carta que tengo del mismo Ilmo. Sr. que se dignó participármelo de su misma letra y firma, por lo que no puedo dudar de su recibo, y por esto me ha sido muy sensible que el expresado nues- tro M.R.P. Cambil no hubiese tenido la bondad de contestarme, cuando no el asunto, siquiera el recibo de mi recurso a su P.M.R. En vista de lo cual no extrañará V.P.M.R. que se haya dicho antes

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz