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462 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA Al número segundo sobre cuántos han muerto, digo que, en los últimos diez años, han fallecido de muerte violenta dos: el P. Fr. Angel de Salduero, asesinado por los sediciosos, y el R.P. Fr. Justo de Granada, muerto a bordo de una lancha en que navegaba el Orino- co, del tiro de una arma de fuego, que se disparó contra el Padre al tomarla éste en su mano de la de uno de sus marinos. De muerte na- tural, los RR. PP. Fr. José de Canillas, Fr. Félix de Granada, Fr. Lorenzo de Málaga, Fr. Angel de la Rioja, Fr. Salvador de Cazalla, Fr. José de Sorbilán, Fr. Fernando de Coronil y Fr. Francisco de Andújar. Al tercero de cuándo fue ci último Capítulo que se hizo: que se celebró en 17 de octubre de 1812 y salió electo el actual M.R.P. Prefecto Fr. José Ma. de Málaga, que desde entonces obtiene la pre- fectura; aunque consiguió licencia de S.M. para ir a España, donde se halla en el día, retiene la prefectura, porque, cuando se fue por noviembre de 1818, nombró Vice-Prefecto hasta su regreso, declaran- do serlo el R. P. Fr. Joaquín de Málaga; y, por haber caído éste en manos de los insurgentes, que lo fuese sólo mientras no pareciese la persona del nombrado R. P. Fray Joaquín de Málaga, yo, Fray José Francisco de Caracas, como se ve por las copias que acompaño de ofi- cio, que intempestivamente hizo y me remitió al tiempo de embarcar- se, sin embargo de haberme yo resistido a tal comisión que me pro- puso aquí al tiempo de despedirse, protestándole no la admitiría hasta que me dejase indemnizado ale cierta calumnia con que había manci- llado mi buena conducta, acreditada solemnemente en esos documentos que me dice V. P. en R. le entregó el dicho Sr. Doctoral y colocó en el archivo de provincia, de lo que me he alegrado y doy a V.P. M. R. las gracias, pero no lo hizo ni me dio lugar a gestión alguna, porque, cuando yo recibí ese nombramiento hecho sin las formalida- des correspondientes y como forzado, ya se había embarcado. La ca- lumnia fue levantada en los tribunales superiores del Ilmo. Sr. Arzo- bispo y del Sr. Capitán general de esta capital; pero, como me cono- cían tanto estos señores, no hizo impresión en ellos; mas el Ilmo. a pedimento de su fiscal, que representó a mi favor, comparendó a dicho R.P. Prefecto para que viniese a justificar lo que decía contra mí; y en este estado se fueron a España aquellos señores y el mismo Pre- fecto, contra quien no he querido elevar recurso a V . P . M. R. porque al inocente Dios lo salva y porque soy enemigo de pleitos, aunque

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