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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 449 dújar y Fr. Benito de Villaviciosa, ambos individuos de ellas, y, veni- dos que sean, destinaré al primero al pueblo de San Miguel de Caica- ra del Mantecal, y al segundo al de Nuestra Señora de los Angeles de Setenta, y en el ínterin queda sirviendo estos das pueblos y el de San José de las Ventanas, el P. Fr. José de Cazalla, que, por ser mozo y robusto, puede servir los tres, poniendo su residencia en el primero por estar en medio y a la distancia de tres o cinco leguas de los demás. Nuestra Señora del Carmen de Bancolargo y San José de Apu- rito están al servicio por el R.P. Adjunto Fr. Fernando María de Coronil, y por su ausencia, en servicio del soberano, los desempeña el P. Fr. Luis de Miravete, religioso aragonés, destinado a las misiones de la provincia de Cumaná, cura colado de uno de aquellos pueblos, y a donde debe regresar cumplido el tiempo que V. 5.1. le tiene señala- do, distando de uno al otro pueblo cinco leguas. El P. Fr. José de Alcañiz sirve el pueblo de San José de Apure, alias Santa Lucía, y sin el encargo de otro alguno, por no haberlo en sus inmediaciones más que éste de mi residencia que lo desempeño, como el que se titula el de San Antonio de Guacimal, a siete leguas de distancia, cuya funda- ción ignoro si se principió con las licencias del caso, y lo hago presen- te porque aun no tiene figura de pueblo, para que V .S.I. se sirva decirme si se sigue o no su fundación. Los de San Juan de Payara, San Rafael de Atamaica y San José de Leonisa de Cunaviche están al cargo del P. Fr. Gabriel de Castro, con residencia en el primero, de donde asiste a los demás: hay de distancia de seis a siete leguas. La villa de San Fernando de Apure y el pueblo de Santa Bárbara de Ari- chuna están servidos por el R.P. Adjunto Fr. Joaquín María de Má- laga, distando uno de otro como ocho leguas; y es de advertencia que para el expresado Arichuna fué nombrado por V.S.I. el P. Fr. José de Cazalla, a quien por la necesidad se ha removido y puesto donde ante llevo dicho, con lo que creo cumplida una de las partes del ci- tado oficio de V.S.I. La fundaciones de San Antonio de Guáchara, Santo Tomás de Corocoro y San Francisco de Capanaparo, debo informar a V.S.I. con veracidad en la forma que se hallan, y es a saber: la primera en- teramente destruida por órdenes del Sr. D. Miguel de Ungán, go- bernador e intendente que fue de esta provincia. La segunda puramen- te sería señalada para misión de indios, donde hay reunión de ellos, pero que ni se ha dado principio a su fundación, ni hasta ahora le ha