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348 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA dio cuenta vuestro Prefecto a vuestro gobernador de Caracas y hasta la fecha no ha resultado providencia alguna. Nota.— Que desde que se entregaron el año pasado de setenta y ocho a la eclesiástica ordinaria jurisdicción los quince pueblos que quedan expresados, hasta el presente, han muerto en estas misiones nueve religiosos y se han regresado a la provincia de Andalucía de los reinos de España, tres religiosos, y otros seis más que se hallan imposibilitados para el ejercicio de las misiones, unos por razón de sus años y achaques de que adolecen, y otros por distintas enferme- dades habituales, que les privan de todo servicio, por cuyos motivos no se han podido formalizar en pueblos las expresadas congregacio- nes ni menos adelantarse. Nota.— Que todos los indios de las naciones que han estado y están a nuestro cargo en la provincia de Caracas y entre 'os ríos Apure y Meta, pertenecientes en el día a la provincia de Barinas, han sido siempre y lo son poseídos con especialidad de dos vicios: el de la bebida y el de la disolución, entregados totalmente al ocio, no pudiendo conseguir la aplicación al trabajo personal para la congrua sustentación, fomento y adelanto de ellos mismos. De este principio les viene no tener permanencia en los pueblos y andar vagueando de unas a otras partes, cambiándose y hurtándose las mujeres propias y matándose los unos a los otros por estas mismas causas. Por otra parte en todos ellos se advierte otro error, quiero decir, que no creen que somos mortales, por tenerlos ciegos el común enemigo de nuestras almas, entendidos que el morir es por maleficio de unos con otros, cuya creencia tan perjudicial les obliga a armar sus bebezones con el fin de vengarse de aquellos que conciben o sospechan causó la muerte, cuyos vicios traen en un continuo desconsuelo a vuestros misioneros, por cuanto cuando más descuidados se hallan, advierten lastimosamente la pérdida de todo su trabajo, y faltos de consejo por no arbitrar medio para el remedio de todo. Este es, señor, el estado en que se hallan las santas misiones que en la provincia de Caracas y en la de Barinas, entre los ríos Apure y Meta, han fundado y sirven vuestros misioneros capuchinos de Andalucía, según el reconocimiento que cada una de ellas y de sus respectivas misiones hice en la visita general y regular, que acabo de concluir, en cuyo trabajo tengo caminadas más de mil y seiscientas leguas, pues con la agregación de la nueva provincia de Barinas, dis-