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346 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA 0 tencia del pueblo se determinó fundarlo en su inmediación, contra el caño nombrado Arichuna, que tiene mejores proporciones y conve- niencias para los miserables indios, a cuya empresa se halla destinado Fr. Justo de Granada, que tiene dos años de misionero y está traba- jando casa e iglesia a fin de efectuar dicha fundación. Los indios son de la nación yarura y guajiva, los que se componen de ciento y ochenta. Tiene campana, ornamentos, vasos sagrados y demás necesario al culto divino. Fundación de San Miguel del Mantecal de Caicara, jurisdicción de Barinas y diócesis de Caracas.— Almas, 219.— En este mismo año se ha solicitado sitio aparente y conforme a vuestras leyes reales de Indias para fundar pueblos do indios, los que hace cinco años tenía- mos congregados a las inmediaciones del río Arauca, cuyo número de almas gentiles es el de doscientas y diez y nueve, y por carecer de religiosos se habían dispersado muchas, por lo que he destinado a Fr. José de Caracas, cura que acaba de ser de la villa de San Jaime, para que los vaya a fundar en el sitio nombrado el Mantecal, contra del caño de Caicara, cuyo religioso tiene gente trabajando, levantando casa e iglesia para destinarse a congregar estos miserables indios. Tiene campana, ornamentos, vasos sagrados y otras alhajas para el culto divino, costeado de vuestro real erario. Dicho religioso tiene catorce años de misionero. Congregación de Santo Tomás Apóstol de Corocoro, jurisdicción de Barinas y diócesis de Caracas.— Hace siete años que en un caño nombrado Corocoro, que se halla del otro lado del río Capanaparo, distante del de Apure cuatro días congregó Fr. Tomás Bernardo de Castro, mi inmediato antecesor, doscientas y siete almas de indios gentiles de la nación yayura con el designio de ponerles religioso que les poblase, instruyese y civilizase, lo que no se ha podido verificar en modo alguno por carecer de religioso. Dichos indios incesantemen- te instan por el religioso misionero, tanto que por dos ocasiones han pasado a la capital de Caracas con esta pretensión, y lo más que se ha podido conseguir, es que el religioso ya citado haya ido en distintos tiempos a consolarlos, gratificarlos y bautizarlos, desvaneciéndoles al- gunas cavilosidades, haciéndoles creer que e) no haber ido religioso es porque no hay de presente, pero que serán poblados luego que lle- guen los religiosos que se esperan. Este paraje no tiene todas las proporciones que se requieren para la subsistencia y adelantamiento

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