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334 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA setecientos cincuenta y cuatro con españoles; cuando la visité tenía trescientas cincuenta y cuatro familias de todas castas de gentes; dos- cientas sesenta y cinco casas habitadas con dos mil cincuenta y cinco almas, pero, por las noticias que tengo y ser notorio, los vecinos que han desamparado aquel vecindario por haberse contaminado de virue- las e igualmente por otros acaecidos que de un año a esta parte se han experimentado, no puedo asegurar en el día el número de vecinos que han quedado. La casa-convento del religioso es de bajareque cu- bierta de palma; la iglesia de la misma fábrica, aunque algo deterio- rada y, aunque se iba a poner por obra su reedificación, se ha sus- pendido su fábrica por razón de haberse entregado a la ordinaria ecle- siástica jurisdicción de Mérida, a quien corresponde, pero quedan todos los materiales aprontados para su fábrica. Tiene campanas, orna- mentos, vasos sagrados y demás alhajas decentes para el culto divino. La administra interinamente, hasta la llegada de su cura propietario, Fr. José Francisco de Caracas, quien tiene catorce años de misionero. Pueblo de San Antonio de las Cocuisas, antiguo del río Apure, jurisdicción de Barinas y diócesis de Mérida.— Almas, 982.— Este pueblo de agregación de vecinos se principió a poco de la fundación de San Jaime, con el motivo de hallarse puesta una cruz en este para- je de orden del Prefecto de las misiones de Capuchinos para fundar un pueblo de indios dispersos que vagaban por aquellos montes, para cuyo efecto se nombró por capitán a un indio llamado Jerónimo. En este mismo tiempo dieron principio las contradicciones del cabildo de Barinas contra la villa de San Jaime y de aquí resultó que varios pobladores de ella se resolvieron a desampararla y se abrigaron al bando barinés, estableciéndose en dicha fundación del pueblo de San Antonio, y, aunque en aquel tiempo no fue administrada por dichos misioneros, se verificó, haciéndose entrega de dicho pueblo, en virtud de una real cédula de Vuestra Majestad, fecha en Madrid a once de diciembre de mil setecientos setenta y seis, por la que se sirvió Vues- tra Majestad ordenar se remita a los moradores de San Jaime a la posesión que antes tenían hecha, y a los pobladores se les reintegrase de los daños recibidos cuando con violencia fueron despojados. Consta esta población de ciento setenta y una casas y en ellas doscientas diez familias de todas castas de gente. Tiene casa-convento e iglesia de bajareque, una y otra cubierta de palma, ornamentos, vasos sagrados, campanas y lo demás necesario para el culto divino. La administra

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