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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 333 gioso en su pueblo, los que juntó con sus parientes destinándoles al sitio de Corocoro, fuera de otros indios que también había sacado, de los que dispuso vuestro gobernador D. José Carlos de Agüero. Las familias que en el día subsisten de indios guamos son ochenta, pues, aunque ascendían a más por varias contradicciones que dicha fundación ha tenido, hostigados se han huido poco a poco a los mon- tes por ser propensos a andar vagueantes. El número de almas exis- tentes es el de doscientas y dos, de todas edades y sexos, con más quince familias de indios de varias naciones, que se componen de cuarenta y siete personas, que, agregadas con las primeras, suman doscientas cuarenta y nueve almas. Viven también en dicho pueblo veinte familias de españoles en virtud de autos superiores referidos, cuyo número es el de cincuenta almas. Los hatos de su feligresía son veinte y dos, y el número de almas trescientas veinte y siete, que juntas todas suman seiscientas treinta y cinco almas. Tiene la pobla- ción ochenta y cuatro casas, cada convento de bajareque doble, cu- bierta de palma, y de la misma fábrica una iglesia de cincuenta varas de largo y catorce de ancho, con cuatro altares, el mayor con un re- tablo de talla y los restantes decentemente adornados, con las imá- genes correspondientes, vasos sagrados, ornamentos, campanas y al- hajas decentes y costosas. La administra el expresado Fr. Tomás Ber- nardo de Castro, Ex-Prefecto, su fundador, quien tiene sesenta años de edad natural y veinte y cinco de misionero. Este pueblo se halla en estado de entrega, pero se hace preciso que continúe al cargo de vuestros misioneros para que sirva de es- cala a las nuevas reducciones de entre los ríos Apure y Meta, sin cuyo auxilio sobrevendrán no pequeños obstáculos de inconvenientes a es- tas nuevas fundaciones. Dícese que el año de setenta y uno se dignó Vuestra Majestad librar una real cédula en la que mandaba se conti- nuase la fundación de este pueblo para los fines que tengo expresado, y que al religioso que la tiene a su cargo, se le librase el sínodo de ciento cincuenta pesos, lo mismo que a los de Apure, los que se le administran desde dicho año, siendo así que anteriormente no tenía más que cincuenta pesos; pero dicha real disposición no la hemos visto, aunque cuando llegó, se nos dijo. Villa de San Jaime, en las cercanías del río Portuguesa y Apure: en el día, de la provincia de Barinas y diócesis de Mérida.— Almas, 1 . 065.— Esta villa se dio principio a su fundación el año de mil