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MISION DE LOS CAPUCHINOS ÉN LOS LLANOS DE CARACAS 305 a saber: el mayor en que está colocada la imagen de Nuestra Señora del Rosario; otro dedicado a Nuestra Señora de la Soledad, y otro al Arcángel San Miguel. Con separación total de esta fábrica, hay otra nueva del mismo ancho, figura y materiales, y casi del propio largo de la antecedentemente explicada, cuya fábrica, que entonces se esta- ba concluyendo, se había destinado para colocar en ellas un altar de- dicado a las benditas ánimas, pero siempre que sea necesario, puede servir de iglesia; y entre una y otra fábrica está formado el cementerio. El único ministro que sirve dicha iglesia es el religioso capuchino misioneros de este pueblo, y las rentas que anualmente goza son cincuen- ta pesos que se le contribuyen de las reales cajas, y otros cincuenta a que alcanzarán algunas obvenciones de bautismos, casamientos y en- tierros que se hacen por dicho misionero a españoles feligreses de otras poblaciones por encargo y con licencia de sus respectivos curas. La referida iglesia no tiene renta alguna de fábrica ni en ella hay fundada cofradía, ni otra obra pía. Matrícula o padrón de este pueblo, 352 almas. Pueblo del Apóstol Santo Tomás de Tucu pío (/f. 584-585).- El día cinco de marzo de mil setecientos ochenta y tres salió Su Se- ñoría Ilustrísima del antecedente pueblo de Chaguaramal y, habiendo andado diez y ocho leguas, llegó a éste de Tucupío el siguiente día seis, y en ci inmediato siete del mismo mes y año procedió a la visita de su iglesia con las acostumbradas ceremonias; vio y reconoció la fá- brica, fuente bautismal, altar, imágenes, vasos sagrados, ornamentos, y demás bienes, y de todo se formó inventario que original está exten- dido al folio 149 vuelto del libro 5 de Inventarios. Este pueblo es de misión viva o reducción de indios, para los cua'es fue principalmente fundado, y ellos únicamente lo habitan sin mezcla alguna de españoles ni de otras castas, dentro la población ni en sus campos, en los cuales tampoco vive ninguno de dichos indios, porque, aunque éstos tienen allí sus sementeras y crían algún ganado vacuno, mulas y caballos, habitan todos dentro la población. Esta se comenzó a fundar el año de mil setecientos y sesenta, con indios de naciones palenques y cumanagotos, por los religiosos capuchinos an- daluces, misioneros de esta provincia, a cuyo cargo está. Corresponde dicho pueblo al vicariato de la ciudad de San Sebastián de los Reyes, y su territorio consiste en una legua de oriente a poniente y otra de norte a sur; al oriente confronta con el pueblo de Clarines, del obis- pado de Puerto Rico, distante treinta y cinco leguas, en que interme-