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282 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA Entonces estaba principiada la fábrica de una iglesia con disposición de hacerse de bajareque y techarse de palma. El religioso capuchino destinado al servicio de este pueblo esta- ba ausente de él a causa de enfermedad, por cuyo motivo no se pu- dieron tomar acá las razones correspondientes como en los demás pue- blos, pues ni aun las pudo dar cumplidamente el misionero de otra población, que se halló en esta al tiempo de la visita; mas por las que pudieron adquirirse, y asimismo por lo que se vio y reconoció du- rante la estación de Su Señoría Ilma. en este pueblo, resulta que su misionero goza de renta anual ciento cincuenta pesos que se contribu- yen de las cajas reales, y que nada percibe de primicias ni obvencio- nes; que la iglesia no tiene renta alguna, ni en ella hay fundada cofra- día, ni otra obra pía, que la población se compone de veintiuna cho- zas o casillas de los indios; que el número total de éstos alcanza a quinientos setenta y siete de ambos sexos y diferentes edades; que sólo hay bautizados ciento cinco, y ninguno aun de sola confesión; que dentro del pueblo habrá como treinta familias, y que los demás viven dispersos en los campos; y que sólo habría ocho personas de otras castas en los mismos campos. Pueblo del Arcángel San Rafael de Atamaica (/1. 424-425). - El día diez de febrero de mil setecientos y ochenta salió Su Señoría Ilma. del antecedente pueblo de Capanaparo, y, habiendo andado vein. te leguas, llegó a éste de Atamaica el día doce del propio mes e in- mediatamente procedió con las ceremonias acostumbradas a la visita de un oratorio o capilla en que por entonces se celebraban las fun- ciones eclesiásticas, y, habiendo visto y reconocido la fábrica, alta- res, imágenes, vasos sagrados, ornamentos y lo conducente a la ad- ministración del Santo Bautismo, se formó de todo inventario que original está extendido al folio 179 vuelto del libro 4 de Inventarios. Este pueblo es de misión viva o reducción de indios; los que lo habitan son de nación otomacos, y casi todos gentiles; andan desnu- dos así los hombres como las mujeres, con sólo un guayuco, y viven todos dentro de la población en unos pequeños bujíos o cobertizos de palma; y en ella sólo habitan dos familias de otras castas. Se prin- cipió la fundación de este pueblo e1 año de mil setecientos setenta y cuatro por los religiosos capuchinos andaluces misioneros de esta pro- vincia; corre a cargo de ellos y pertenece al vicariato de la villa de Calabozo; su teritorio consiste en dos leguas de oriente a poniente,