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280 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA ducente para la administración del Santo Bautismo, y de todo se for- mó inventario que original está extendido al folio 167 vuelto del libro 4 de Inventarios. Este pueblo es de misión viva o reducción de indios; los que lo habitan son de naciones otomacos y yaruros, y casi todos gentiles; andan desnudos así los hombres como las mujeres, con sólo un guayu- co, y viven todos dentro la población en unos pequeños bujíos o co- bertizos de palma; sólo hay tres personas de otras castas, y éstas fue- ra de la población en los campos de su territorio, donde se cría algún ganado vacuno, mulas y caballos; se comenzó a fundar este pueblo el año de mil setecientos sesenta y siete por los religiosos capuchinos an- daluces misioneros de esta provincia, pero por dos ocasiones se vieron en la necesidad de desampararlo a causa de rebelión o levantamiento de los indios, y, hasta el año de mil setecientos setenta y siete, no pudo lograrse el establecimiento de éstos y la construcción de casa para el misionero e iglesia, en la cual se dijo la primera misa el día treinta de agosto del siguiente año de setenta y ocho; corre a cargo de dichos religiosos capuchinos y pertenece al vicario de la villa de Calabozo; su territorio consiste en cuatro leguas de oriente a ponien- te y ocho de norte a sur, de cuyo tereno se inundan algunas partes en tiempo de invierno por ser todo llano. Al oriente confronta con el pueblo de la Encaramada, del arzobispado de Puerto Rico, a la otra banda al sur del río Orinoco, distante cuarenta leguas; al poniente con las serranías de Casanare, de] arzobispado de Santa Fe; al norte con el supradicho de Payara, distante diez leguas, y al sur con el pueblo de Capanaparo, distante quince leguas. La iglesia de dicho pueblo está dedicada a San José de Leonisa; su fábrica hace figura de tres naves distinguidas con algunas colum- nas de madera; las paredes son de bajareque doble, y el techo de va- ras y cañas cubierto de palma; es de mediana capacidad y aunque nuevo no ofrece mucha duración. Tiene un pórtico y sacristía de se- mejantes materiales, y un solo altar en que está colocada la imagen del Santo Titular. El único ministro que tiene dicha iglesia, es el religioso misione- ro de este pueblo, y las rentas que anualmente goza, son ciento cin- cuenta pesos, que se le contribuyen de las cajas reales, y nada tiene de primicias y obvenciones.