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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 29 Este dicho pueblo de Altar corresponde al vicariato de la ciudad de Barquisimeto, y su territorio consiste en cuatro leguas de oriente a poniente, y tres de norte a sur; al oriente, aunque con alguna decli- nación hacía el sur, confronta con el supradicho pueblo de Carama- cate, distante tres leguas; al poniente con el pueblo de Sarare, distan- te siete leguas; al norte con el pueblo de Buría, distante cinco leguas y al sur con el pueblo de Aguablanca, del vicariato de Araure, distan- te ocho leguas. Lo que percibe dicho misionero de San Rafael de Onoto por el servicio que presta, cuando viene a éste del Altar, se reduce a algunas cortas primicias y obvenciones que pagan los vecinos españoles, y podrán alcanzar cada año a veinte y ocho pesos. La iglesia sólo tiene de renta algún derecho de sepultura que pagan los mismos vecinos y aun no llega a tres pesos cada año y en ella no hay fundada cofradía ni obra pía alguna. Matrícula o padrón de este pueblo, 65 almas. Pueblo de San Nicolás de Bari de Sarare. (fi. 387-388).— El mismo día doce de febrero de mil setecientos setenta y nueve, luego que se concluyó la visita del antecedente pueblo de Santa Inés del Al- tar, salió de allí Su Señoría Ilustrísima y, habiendo andado siete leguas llegó a éste de Sarare y al siguiente día tres procedió a la visita de su iglesia con las ceremonias acostumbradas; vio y reconoció la fábri- ca, fuente bautismal, altar, imágenes, vasos sagrados, ornamentos y demás bienes y de todo se formó inventario que original está exten- dido al folio 133 vuelto del libro 4 de Inventarios. Este pueblo es de vecinos españoles y gente de otras castas, de los cuales unos habitan dentro de la población y otros en los campos donde tienen sus sementeras y hatos de ganado vacuno, de mulas y de caballos; su fundación se principió en calidad de misión el año de mil setecientos cincuenta y cuatro por los religiosos capuchinos anda- luces misioneros de esta provincia, y estuvo a cargo de ellos hasta el año de mil setecientos cincuenta y nueve, en que comenzó a servirla un sacerdote con título de teniente, de los curas de la ciudad de Bar. quimeto, quedando desde entonces la iglesia de este dicho pueblo en calidad de filial o sufragánea de la parroquial de aquella ciudad. Y aunque acerca de esto no se ha hallado documento alguno, es presu- mible que los curas de aquella ciudad resistirían la tal fundación de los religiosos capuchinos bajo el título de misión, por haberse hecho