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262 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA bios de Acarigua a distancia de cerca de media legua, y de Jujure a distancia de cinco leguas, bien entendido que el expresado territorio de Araure se extiende por esta parte del sur hasta el río de la Por- tuguesa y boca del río Acarigua, distante catorce leguas, en cuya extensión están comprendidos los dos expresados pueblos de Acarigua y Jujure, el corto territorio de cada uno. Y estos terrenos son casi todos de sabanas o llanuras. La iglesia parroquial de dicha villa está dedicada a Nuestra Se- ñora del Pilar. Su fábrica es de tres naves, divididas con dos dos ór- denes de columnas de ladrillo, y sobre ellas algunas planchas de ma- dera, que sostienen el techo. Las paredes son de adobes y rajas de mampostería, excepto la del frente, que es toda de ladrillo con algunas labores que forman una media fachada, y el techo es de tabla cubierto de teja. Por cabezas de cada nave hay una capilla con su arco de ladri- llo al frente, y en la del medio está el presbítero. Tras de estas ca- pillas está construida la sacristía de semejantes materiales, y contiguo a ella hay un corredor y dos pequeños aposentos para custodio de mue- bles, y en seguimiento de estas piezas hay un cementerio, todo cerca- do de tapias con su osario en medio. Contiguo al frontispicio hay tam- bién un campanario de dos cuerpos, de los cuales ci de abajo sirve de baptisterio. Toda esta fábrica es nueva, fuerte y de mediana capacidad. En dicha iglesia hay cinco altares, a saber: el mayor, en que siempre está colocado ci Santísimo Sacramento, dos al lado del Evangelio, de- dicados uno al Santísimo Cristo y otro a las benditas ánimas, y dos al lado de la Epístola dedicados uno a Nuestra Señora del Pilar y otro a Santa Bárbara, y en el pavimento de la nave del medio está formado el coro con algunas barandas que lo guarnecen y forman calle o trán- sito al altar y en el mismo coro hay dos tribunas de las cuales sirve la una para el órgano. Para el servicio de esta iglesia hay solo un ministro que es su cura rector, el cual es presbítero secular. A la referida villa de Araure y su vicariato corresponden no sola- mente los supradichos pueblos de Nuestra Señora de la Aparición de la (corteza, Jujure y Acarigua, que se visitaron antes de llegar a dicha villa, sino también los pueblos de Aguablanca y San Rafael de Onoto, que se visitaron después, y de los cuales doy razón por el orden de su visita. Bien entendido que, por la situación en que se halla, fue