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206 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA su respectiva misión, con la injusta nominación de estos misioneros, entre los de la misión de su inspección. En este estado se hallaban los negocios de las misiones cuando contra toda esperanza y con imponderable desconsuelo del presente Comisario general fue electo en Provincial segunda vez en el día 5 de octubre de 69 y con el mismo tiempo de edad natural, y por contra en Comisario general de las misiones, y aunque algo sabía por noticias extrajudiciales de las desavenencias que los Comisarios generales ha- bían tenido con la misión de Caracas, alto Orinoco y Río Negro, pero, habiendo salido a la visita de la provincia y hallándose en el convento de Granada, recibió cartas de Caracas, que bien le dieron a entender el despotismo con que aquella misión se gobernaba y el poco aprecio que se hacía de las órdenes de la superioridad y de las Constituciones que se establecieron para el gobierno de todas las misiones que en aquellos parajes cultivan los Capuchinos de todas las provincias de España, pues dando aviso el Prefecto de las misiones de Venezuela cómo para el día 24 de enero de este año de 72 tenía citado el Capí- tulo de dicha misión y pedía al Comisario general que habilitara a los tres religiosos Fr. Luis Antonio de Sevilla, Fr. Domingo de Campillos y Fr. Alonso de Castro para que concurrieran con voz ac- tiva y pasiva al expresado Capítulo, no obstante que en los Capítulos de la misma misión celebrados en los años de 65 y 69 se les había negado la concurrencia en fuerza de la ordenación 5a. y por esta nueva instancia alegaba el Prefecto que escribía el P. Félix de Cortes el que se hallaban los mencionados sirviendo en las misiones de los Llanos de Caracas y como tales misioneros habían percibido la limos. na que V.M. señalaba, cuando debiera, si tuviera el debido respeto a la real voluntad de V.M. expresada en las reales leyes y cédulas dimanadas de vuestro Real Consejo de Indias, conocer que seme- jantes excesos eran a cargo del mismo Prefecto y de sus antecesores por la convivencia irregular con estos desertores y la impostura a los reales ministros de y. M. de quienes dolosamente cobraron las men- cionadas limosnas. Como al tiempo de recibir estas cartas de Indias previno el Pro- curador general de las misiones Fr. Francisco de Vegel al presente Comisario general, que estaba un navío de la Real Compañía a la carga en esta bahía y que a fines del mismo mes de septiembre o cuando más antes de mediado octubre saldría para La Guaira, dis-