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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 201 dicho destino, se volvieron a esta provincia, y de estos tres no ha vuelto a las misiones de Orinoco sino uno que es ci P. Fray José Antonio de Jerez de los Caballeros, ni ha ido otro alguno de los an- tiguos. Y por más que instó el Sr. D. José Solano, gobernador que entonces era, al Prefecto de esta provincia a que se cumpliese el real orden de S. M,, de que fuesen a las misiones de Orinoco seis o siete de los misioneros antiguos de esta dicha provincia, no pudo conseguirse este fin, antes sí el efecto que tuvo dicha instancia fue el haber violentado el P. Prefecto de esta provincia con precepto de obediencia a cinco de los misioneros modernos que acababan de llegar de España, a que fuesen a las misiones de Orinoco, sin admitirles representación alguna, figurándoles nuevo orden de S. M. y del Rmo. P. Comisario general que así lo mandaba, lo que salió ser falso y su- puesto. Y así, engañados y violentados, pasaron los dichos cinco religiosos a las misiones de Orinoco, que fueron los PP. Fr. Andrés de Antequera, Fr. Luis José de Sevilla, Fr. Felipe de Málaga, Fr. Domingo de Campillos y Fr. Alonso de Castro, los cuales salieron de estas misiones para las de Orinoco por el mes de diciembre del año de 1764, llevando por presidente a uno de los misioneros antiguos llamado Fr. José Antonio de Jerez de los Caballeros, los que, habien- do llegado por el mes de febrero del año 1765, persuadidos por su presidente el P. Fr. José Antonio de Jerez de los Caballeros, y como nuevos y sin experiencia ni práctica en el ejercicio de misioneros, co- metieron el atentado de celebrar Capítulo en el modo y forma que expresa el testimonio de una sumaria que se hizo sobre dicho aten- tado, que acompaño. Pero habiendo enfermado tres de los cinco mi- sioneros modernos, que fueron Fr. Luis José de Sevilla, Fr. Domin- go de Campillos y Fr. Alonso de Castro, con las licencias de dicho presidente, se volvieron a esta provincia y se presentaron al Prefecto de estas misiones. Hasta ahora han estado sirviendo en ellas con los oficios de curas presidentes de diversas misiones y pueblos y demás empleos de misionero apostólico. Y como a propios misioneros de esta provincia se les ha dado la limosna del sínodo de las cajas reales de Caracas. Y habiendo sido el dicho Capitulo de Orinoco por todas razones nulo y monstruoso, así porque faltaron todas las circunstancias sus- tanciales que previene el Derecho canónico como también porque se hizo sin licencia del rey nuestro señor, que Dios guarde, y del Rmo.

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