BCCCAP00000000000000000000508

198 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA sólo estaré en Orinoco ínterin viene la respuesta de V. Rma. pues yo ya, además de estar imposible con 21 años de misionero y la cur- tiembre de Orinoco y los pasajes de este caballero Comandante, no me hallo con espíritu de sufrir más de este señor a quien echo toda la culpa de lo sucedido con nuestros misioneros de quienes no dudo se queje a V. Rma. el Consejo y este Sr. Comandante. V. Rma. no dudo suspenderá el juicio que de su informe hará; pues tómelo V. Rma. de todos y agregue, si puede, al informe de esta comunidad el de los RR. PP. Capuchinos catalanes y el de los RR. PP. Obser- vantes, de lo que es Centurión, y entonces resuelva V. Rma. lo que guste. Téngase también presente lo que hizo con los primeros Capu- chinos de Venezuela, que vinieron a la administración de los pueblos que dejaron los Jesuitas, con los clérigos, con los Observantes y con el P. Fr. Andrés de Antequera, la traición que le urdió, y lo que, finalmente, con estos últimos Capuchinos, que es una prueba conclu- yente de su maldito genio. Véase en qué ha parado la villa de La Esmeralda, por quién se ha retirado su capitán poblador D. Apoli- nar Díez de la Fuente, a ver si es por Centurión. Luego que los Capu- chinos se ausentaron del alto Orinoco se fueron los vecinos de La Esmeralda y la tropa que allí había. En fin, venga esa nueva comuni- dad y veremos su paradero. Yo quiero verlo. Ahí envío una carta de un religioso capuchino catalán; por ella se verá algo de lo que llevo escrito, y creo que el dicho religioso ya se retiró a España. Rmo. Padre nuestro: todo lo que aquí llevo dicho es sólo para informar a V. Rma. de la verdad y que no cargue todo sobre los pobres Capuchinos que han hecho más de lo que yo pensaba, pero los han apurado demasiado, y también creo que la soga quebrará por donde suele y que toda la culpa será nuestra, pero ahí está Dios que lo ve todo. En este Señor le deseo a V. Rma. toda salud y que nos lo guarde a V. Rma. para nuestro consuelo y amparo por muchos años. Cabruta, 26 de septiembre de 71. B. L. M. de V. Rina. su muy atento siervo e hijo. Fr. José Antonio de Jerez de los Caballeros (firmada y rubricada)

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz