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192 FUENTES PAPA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA aunque los dos con mucho trabajo pudimos seguir, el Padre Fray Fidel no fue posible, porque las calenturas que desde mediados de enero no le ha faltado una cada día lo postraban más, añadiéndose a esto el estar de pies a cabeza hecho una viva haga, que dudo pueda el pobre convalecer de tan graves accidentes. Llegamos, finalmente, a esta ciudad, donde nos hemos presen- tado al señor gobernador y obispo, haciéndolo al mismo tiempo por el Padre Fidel, para libertarlo en aquellas inmediaciones de Orinoco de alguna tropelía o tiranía de las muchas que allí se acostumbran. Padre nuestro, referir a V.P.M.R. los trabajos, las crueldades e in- felicidades que en el tiempo de 20 meses que allí hemos estado, he mos padecido, no cabe en ponderación; esto es sacrificar religiosos no en servicio de Dios ni del rey sino es de la malicia e interés de los malos ministros de Dios y del rey, a quien están engañando en todo. Cuatro religiosos han muerto en tan corto tiempo en la mayor infelicidad, aun sin el consuelo de recibir los Santos Sacramentos. Los médicos de esta ciudad nos aseguran ser muy dificultoso nuestro restablecimiento, con cuyo motivo suplico a V. P . M. R. que se digne remitirnos la obediencia para retirarnos a nuestra provincia y, caso que podamos lograr ci restablecimiento de nuestra perdida salud, respecto a que en esta provincia de Venezuela hay necesidad de operarios, no nos excusamos en tal caso seguir nuestro ministerio en ella el tiempo que nos falta, por no defraudar las reales intencio- nes de S.M., que Dios guarde, pues que ignora el modo de tratar en Orinoco y de todas estas maldades no tiene la culpa, por lo que todo lo dejo a la alta prudencia y piadoso corazón de y. P . M . R., esperando de su benignidad nos consuele concediéndonos lo que hu- mildemente por Dios le suplicamos. En el día no me hallo con fuer- zar para decir a V. P. M . R. todo lo acaecido desde nuestra llegada en nosotros, y el estado tan deplorable en que está todo, pero espero que en navío que sale a principios del mes que viene, podré hacerlo. Padre nuestro, hemos logrado encontrar en esta ciudad a V . M . R . P. Prefecto de esta provincia Fray Félix de Cortes, quien compadecido de nuestras infelicidades, igualmente con nuestro hermano síndico se han apersonado con el señor gobernador y obispo, mereciéndoles buen acogimiento en todo por sus buenos oficios y nuestras manifiestas ne- cesidades. Nuestro Señor guarde la vida de V . P. M. R. por muchos años, como desea para sí su más rendido fiel súbdito, hijo y servidor.

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