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178 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA dichos pueblos, habiéndose verificado esta remisión en los primeros por evitar competencias y por haber enfermado los más de nuestros misioneros, se retiraron éstos a las misiones que habían dejado y que- daron aquellos sirviendo por algún corto tiempo dichos pueblos, ex- cepto el de Cabruta, que, como perteneciente al territorio de esta go- bernación y obispado, por disposición de los respectivos superiores continúa en él administrándole uno de nuestros misioneros; lo mismo se verifica al presente en los cinco restantes en virtud de dicha real aprobación y a causa de haber quedado solos, por haber de dichos clérigos muerto unos y retirádose enfermos otros; sin experimentarse al presente otros inconvenientes que deja a la consideración de V. M., que los de querer el cura y vicario de la nueva Guayana sean sus súb- ditos o que estén a sus órdenes los misioneros que sirven dichos pue- blos sin otra razón, causa o motivo que lo aquí expresado. Todo lo que expone a la alta católica consideración de V.M. para que, en su atención e importancia a la salvación de las almas de los pobres indios como a la extensión de sus dominios en esta peque- ña parte de sus Américas, se digne dar las más eficaces y fijas provi- dencias, a fin de que esta comunidad de misioneros, como tan antigua en su posesión, continúe en dicho terreno las nuevas principiadas fun- daciones, haciendo también en él las que se consideren suficientes de españoles y otras gentes libres, como precisas para el resguardo de los indios sin ser ni en unas ni en otras molestados los misioneros por ningunas justicias, comunidades ni personas de las ambiciosas a ocu- par terrenos, corno asimismo la remisión de catorce religiosos que se consideran precisos con acuerdo de vuestro gobernador tanto para con- tinuar y emprender las expresadas nuevas poblaciones como para el reemplazo de los misioneros difuntos, ancianos y enfermos habituales, que tiene representado con individualidad en dicho actual estado de las misiones a V.M. por cuya importante vida ruega con su comuni- dad de misioneros a la divina guarde los muchos años que la cristian- dad y sus reinos necesitan. Caracas y junio, 19, de 1770. Señor: A los pies de V.R.M. su más humilde vasallo y capellán, Fr. Félix de Cortes, Prefecto (firmado y rubricado)