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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN Los LLANOS DE CARACAS 169 Serafín de Montegranario, cuyo número de almas, también todas de indios gentiles otomacos y guaranaos, es el de quinientas. Estos indios se mantienen más congregados que los antecedentes, por ser de mejo- res conveniencias el sitio, pero las necesidades y trabajos que padeció este misionero en su fundación, se creen causantes de su última enfer- medad, con la que vino para curarse a la villa de Todos Santos de Calabozo, y en la que falleció el 15 de diciembre del año próximo pasado de 69, y de cuya muerte se hacen increíbles los sentimientos que han manifestado estos indios. Por esta causa y por la de no haber misionero que pueda suplir, se determinó poner en su lugar al Padre Fray Luis de Sevilla, de edad de 33 años y 6 de misión, no obstante tenerse experimentado ser este religioso menos apto para el ministerio apostólico y sí convenir su regreso a esos reinos. 28. —Santa Bárbara de Guardatinajas. - La nueva supradicha fundación de Santa Bárbara de Guardatinajas consta al presente, por matrícula, de doscientas almas, tanto de dichos indios guaiquires y guajivas, como de otros que con el interés de la buena situación se van agregando, y el misionero que la tiene a su cargo, es el P. Fray Andrés de Granada, de edad de 48 y 6 de misión, quien ha fabricado una decente capilla para celebrar, y solicitado a su costa los precios ornamentos y vasos sagrados, que sirven al divino culto. En el pueblo de Cabruta reside el Padre Fray Damián de Jaén, de edad de 53 años y 14 de misionero, a quien, con el motivo de la expulsión de los Jesuitas de Orinoco, el obispo que entonces era de esta diócesis, y con ciencia de vuestro gobernador y del Prefecto, le confirió nombramiento en forma de cura doctrinero de dicho pueblo, en el que se hallan muchos indios guamos y otros de los fugitivos de nuestras misiones, sobre lo que y derecho de ellas a aquel territo- rio, se formó la competencia entre dichos Jesuitas y misioneros capu- chinos de esta provincia, cuyos autos fueron remitidos el año de 1740 a vuestro Real Consejo de Indias para su determinación; la que no se verificó, a causa de que, estando ya para determinarse el siguiente de 48 y a instancia del expresado Procurador Fray Miguel Francisco de Vélez, como uno de los capítulos de las instrucciones que por parte de las misiones se le dieron, noticiosos, tal vez, dichos Jesuitas de tener en contra las respuestas fiscales, impetraron un real orden que se le hizo saber al Conde de Montijo, Presidente entonces del Conse- jo, para que percibiese del relator Don Francisco de Villegas los docu- mentos de dicha competencia, y que, percibidos, los remitiese a la

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