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168 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA dicen que los engaña, como el que se irán de allí; de que se infiere que a esta casta de gentes bárbaras, para proporcionarlas a recibir la fe, no ha de ser por medio de palabras, que digan corno decía San Pablo: Fides ex auditu, sí por dádivas que reciban en las manos, y esto ha de ser, como se dice, a manos llenas. Dicho Padre Fray Juan de Málaga es de edad de 34 años y 6 de misionero, tiene una pequeña capilla para celebrar el santo sacrificio de la misa, mucha necesidad de todo lo preciso para el divino culto, y se mantiene con dichos indios padeciendo imponderables trabajos, aun para mantener la vida humana, y sin coger al presente otro fruto, que el que produce el santo bautis- mo que administra a los párvulos y adultos moribundos; pero con la esperanza de que, manteniéndose algo más civilizados y fundadas con el permiso de Vuestra Majestad las villas o pueblos de españoles, en que se trabaja, puedan poblarse en sitio más cómodo y conforme a leyes. 26.—La Purísima Concepción de Payara. - Lo mismo acaece al segundo, que es Padre Fray Alonso de Castro, de edad de 33 años y 6 de misionero, quien, con quinientas cuarenta y siete almas de indios también gentiles, dio principio a fundar el pueblo de la Purí- sima Concepción en el sitio de Payara, denominación de este río; y después de haber empleado todo lo más del verano próximo pasado en el corte de maderas y conducción de éstas con doblados trabajos por la mucha distancia en que se hallaron, para la fábrica de la iglesia, cons- truida ésta y techada hasta la mitad, crecieron de tal suerte los ríos en el inmediato invierno, que no sólo anegaron las aguas el médano o terreno de la fundación, sí también subieron a dicha iglesia cerca de una vara; por cuya justa causa el expresado Padre fundador se retiró embar- cado en una canoa, y los indios se mantuvieron dispersos, hasta que, pasada la inundación, volvieron a congregarse, con la precisión de que había de ser en el mismo sitio, porque ellos a estas incomodidades y a otras muchas, casi opuestas a la racionalidad, se acomodan muy bien, y el pobre misionero precisado a pasar por todas con el santo fin de civílizarlos y del que no se pierda la mayor parte de sus almas, por medio de la catequización y santo bautismo que les administra en el modo antes dicho. 27. —San Serafín de Montegranario de Alamaica. - El Padre Fray Domingo de Campillos obró en esta tercera con iguales circuns- tancias que los dos antecedentes; se fundó en el sitio de Atamaica, denominación del río de este nombre, y dedicando el pueblo a San

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