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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 167 quien, por la falta de misioneros, fue preciso destinarle, como queda expuesto, a la misión de San Jenaro de Boconó por muerte de su fundador; y, faltando misionero que pueda ponerse en su lugar, se halla al presente esta fundación sin ningún adelantamiento, y por consiguiente los indios como antes dispersos. Nuevas fundaciones entre Apure y Orinoco. - Supuesto, señor, como verdad innegable, que aún les resta a los misioneros capuchinos de esta provincia mucho que trabajar en los santos fines a que Vuestra Majestad los destina, como también el que las más de las naciones bárbaras de indios gentiles, que habitan dentro de los términos de ella, se hallan en el vasto terreno que media entre los dos grandes ríos Apure y Orinoco, no teniendo dichos misioneros medios ni auxilios suficientes para la continuación de las costosas anuales jornadas, se resolvieron dicho año de 68 tres de ellos, en prueba de su apostólico celo, a sacrificar sus personas, entrando con solas ellas a la reducción de estas bárbaras naciones de indios gentiles. Fueron éstos los Padres Fray Juan de Málaga, Fray Alonso de Castro y Fray Domingo de Cam- pillos; pero como la innata propensión de los indios es vivir siempre, o querer que los pueblen en lo más inculto, retirado y fragoso de los terrenos, por creerse así más proporcionados para sus fugas y viciosas costumbres del gentilismo, y por cuyas experimentadas y consultadas causas, que se expresan en la conclusión segunda, número 165, del impreso estado general de estas misiones, antes citado, tiene este método de poblaciones varias reales órdenes en contrario, y más cuando en el centro de esta provincia se hallan terrenos totalmente despobla- dos y muy cómodos para ellas; pero éstos los tienen usurpados en centenares de leguas con subrepticias composiciones y confirmacio- nes algunos particulares vecinos de Caracas, y sin ninguna o muy poca utilidad a Vuestra Majestad, a la provincia ni a ellos, lo que es muy digno de vuestra real consideración y a beneficio de erario. Esto no obstante, buscando la mayor honra y gloria de Dios en la salvación de las almas, el primero de dichos pueblos, con más de setecientos indios gentiles de la nación otomaca, se fundó en la boca del río Cunaviche, sitio que ellos eligieron, y el que es todo anegadizo en los inviernos. 25.—San José de Leonisa de Cunaviche. - Esta fundación se denomina San José de Leonisa, y los indios, como dueños de su volun- tad y sin sujeción, se van unos, vienen otros, y todos a un continuo pedir al Padre cuanto se les antoja, quien, si les responde no tener,

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