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MISION DE Los CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DL2 CARACAS Y de Ubrique, se halla ocupado en su nueva reparación y es el dicho de edad de 50 años. Cuatro leguas distante de dicho pueblo, también jurisdicción de Araure y más inmediato a Caracas, está situado el pueblo de San Rafael Arcángel, que fundaron vuestros misionarios el año de mil setecientos y veinte y seis junto a una quebrada llamada Onoto, de cuyo sitio, por haber experimentado no ser buenas las tierras que allí había para las sementeras de los indios, se mudó a las ori- llas del río de Cojede donde al presente está; fundóse dicho pue- blo con indios que se sacaron de los llanos de nación otomaca, de los cuales existen hoy el corto número de noventa y seis almas de ambos sexos, por la mucha mortandad que de pocos años a esta parte ha habido entre ellos, los que, junto con doscientas y veinte y nueve de indios libres, componen el número de trescientas y veinte y seis almas. Son los dichos indios otomacos festivos y alegres con algún tanto de altanería; son también bastantemente rústicos y bárbaros, aunque no tanto como los guamos; hállanse con algún adelantamiento en la vida política y cristiana; acuden a rezar, se visten de su trabajo mediante las diligencias del Padre que les asiste, estando todos cristia- nos aunque todavía los demás se - - - (ilegible); con facilidad se quedan desnudos y frecuentemente andan embriagados. Hállase asis- tiendo en esta misión un religioso misionario llamado Fray José de Alhama, de edad de 42 años. Dos leguas más abajo de dicho pueblo de San Rafael, a las orillas del mismo río de Cojede y en la jurisdicción de la villa de San Carlos, está situado el pueblo de Nuestro Padre San Francisco, que se apellida del mismo río, el que fue fundado por vuestros misionarios capuchinos el año de mil y setecientos con indios guamos y de otras bárbaras naciones sacados de los llanos de esta provincia, a los que después fueron agregados muchos indios gayones que andaban levan- tados en los partidos y serranía de Barquisimeto, cometiendo innume- rables hostilidades de robos y homicidios; son dichos gayones bien dispuestos, vivos y con bastante ardimiento belicoso. Hállanse hoy con algunos adelantamientos y progresos que son dables en lo políti- co y cristiano. En esta nación no hay entre ellos gentiles; acuden a los ejercicios de cristiandad, andan vestidos, no hablan su lengua materna, aunque no la ignoran, sí sólo la castellana, y son los que más nos acompañan a las jornadas que hacemos a los llanos. A éstos se han agregado otros que llaman libres, casi de la misma natura-