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148 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA terreno con el modo más pacífico, sería indisponerlos el entrar con armas a ellos. Hecho el exploro del terreno, queda actualmente practicándose el atraer a los indios al caso de fundación; a este fin los indios gen- tiles que nos acompañaron en la entrada, concluida ésta, partieron desde Cunaviche en calidad de emisarios con algunas dádivas para los de Capanaparo y Dupua a regalar y hablar con sus parientes y amigos, y a satisfacerles, como lo habían visto, de que nuestra salida no se terminaba a otra cosa que a reconocer el terreno, a fin de que en su misma tierra y a su satisfacción se poblasen en lo mejor. Esta proposición que por sus naturales es admisible, creo la harán más dichos emisarios, a quienes regalamos y gratificamos muy bien en todo el discurso de nuestra entrada, atendiendo en esto a difundir entre los gentiles por ellos mismos un buen nombre en el principio de esta obra, de que ya comienzan a correr algunas noticias. De igual diligencia quedó encomendado Don Miguel María Vázquez, corre- gidor de los pueblos de Orinoco, quien en la boca del Meta, el día doce del precitado marzo, me dijo bajaba de allí para la Angostura y que, al pasar por la boca del Sinoruco, hablaría con los indios jaruros a fin de que se fundasen en dicho Sinoruco, en sus propias tierras, así como antes lo hablan pretendido. A esta previa disposición de ánimo seguirá la salida del Padre Fray Juan de Málaga, a quien tengo entregado los dos tercios de lo que se medio por orden de V. S. para dicha entrada; el uno recibió en Cunaviche, en varios efectos que yo llevaba; el otro, en Caracas de mano de nuestro síndico, que empleó en compañía para la gratifi- cación de los indios, que deberá hacer este invierno en una canoa con algunos pocos indios de su pueblo, a fin de que lo reciban con confianza de paz y sobre ésta se trate de sus fundaciones. Todo esto y más es menester para este nuevo modo de establecimiento de unos indios que tan tímidos viven de las jornadas, cuya utilidad ha conver- tido en horror la escolta de Barinas con sus estragos. Atraídos los indios se deberán fundar tres pueblos de ellos en el intermedio descubierto, que, junto con los tres que se están actual- mente fundando en los brazos de Apure y de la otra banda de él en Cunaviche, queda con este cordón cortada la tierra por transver- sión, lo que será bastante para obligar a los indios a fundación, pues éstos que todos los veranos bajan por los ríos intermedios a sus