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134 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA Negro. No puede ocultar el exponente que la primera diligencia de tan útil obra se mereció a la explotación que V. S. entabló en aquellos países descubriendo esta facilidad por medio del teniente de fragata D. Nicolás Guerrero, teniendo el que representa la sola parte de haberlo abierto. Consíguese también por medio tan útil la facilidad de conducir ganados para subsistir en aquellos países, ase- gurados del pasto por tierra, como excusados de la mortandad que era forzosa en tan larga y penosa navegación por Orinoco arriba y Casiquiare, ya por este medio cortada. Para que por falta de habitantes en aquellos tránsitos no se es- caseen algunas de las providencias posibles y a la vida necesarias, deja fundados ya en ellos dos pueblos, San Miguel y San Antonio, cuyos capitanes se nombran Jacobo Javita, nación parayene y Miguel Da- vipe, nación guaracutana. Pero estos consuelos, señor, estos motivos que tanto glorían los ánimos y acaloran los fervores, no dejan de padecer los deliquios de un amor sin medios al logro de sus efectos. Es preciso explicar a V.S. el dolor de una soledad amarga, no por las fatigas del que representa, no por los trabajos que pasa, sí por el malogro de tantas almas que se pierden por defectos de ministros evangélicos. Hace siete meses que el exponente se mantuvo aun sin el sufragio de tener con quién reconciliarse, habiéndosele muerto el mico compañero que le había quedado, de que resultan los daños de desconfiar aquellos naturales de las promesas en darles ministros, man- tenerse en sus tinieblas los muchos que aún ocupan las montañas, y, lo que no puede explicarse sin la más lastimosa ternura, que se mue- ran tantos parvulitos y adultos perdiendo las llaves del cielo. Para remedio de tantos daños pidió a V. S. siete misioneros en 25 de abril de 1768, pero éstos no han llegado ni con ellos hay los suficientes; son menester 17, como expuso a V. S. en fecha de 17 de marzo de 68, porque son necesarios para la administración de los pueblos. San José de Maipures, fundado en el raudal de este nombre, en Orinoco alto, tiene iglesia, convento y casa fuerte. Santa Bárbara, fundado en el raudal de este nombre, Orinoco alto, tiene las maderas cortadas y preparadas para la fábrica de iglesia, convento y casa fuerte. San Fran- cisco de Asís, en el sitio de La Esmeralda, en el alto Orinoco, fun- dado por el capitán poblador y cabo del Casiquiare D. Apolinar Díaz de la Fuente, también con iglesia, convento y casa fuerte. San Francis- co Solano, en el caño de Casiquiare, tiene iglesia, convento y casa

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