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132 - - PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA cias que conforme a las leyes de éstos le fueren más facultativas, el que se digne conceder a dichos misioneros la limosna o sínodo antiguo de ciento y cincuenta pesos anuales, con la que su piedad católica los socorría en esta provincia, atento a que así lo demanda la suma dis- tancia de aquel país y la carencia de fácil recurso a otros. Por todo lo cual y haciendo el pedimento necesario a V. S., pido y suplico haya por presentado este mi escrito y en su vista y en atención a la importancia considerable de la reducción de las almas, informar a S.M., y proveer conforme dejo expresado, por ser de justicia que imploro y en lo necesario juro, etc.— Fray Jerónimo de Gibraltar. Auto.— Vista la representación del R. P. Fray Jerónimo de Gibraltar, Prefecto de las misiones de Capuchinos andaluces destina- dos a esta provincia, y considerado cuanto acerca de su asunto trató Su Señoría en una junta particular, por lo cual y por el conocimiento y práctica que tiene en los terrenos ocupados por dichas misiones y en los demás que siguen, ha hallado ser muy conveniente al servicio de Dios y propagación del santo Evangelio y conforme a la mente católica de S.M., que así como van dejando dichos Padres en estado de civilidad los pueblos de indios reducidos y fundados hasta el río Apure, se vayan dilatando en sus conversiones, nuevas reducciones y población del otro lado del dicho río, continuándolas por todos aque- llos terrenos de la margen occidental de Orinoco, corriendo hacia el mediodía, hasta darse la mano con las otras misiones del alto Orinoco, encomendadas a los mismos Capuchinos de Andalucía. Su Señoría declara haber acordado con el enunciado Padre Prefecto, que para este fin envíe los religiosos que expresa y los más que fueren necesa- rios, auxiliándose para las respectivas operaciones del comisario que Su Señoría tiene diputado con esta propia atención. Y mediante a que, por la distancia y desamparo de los Padres que allí se han de emplear, es preciso carezcan de las limosnas y socorros que reciben de los españoles, que alivian en parte sus urgencias y las de los indios, le parece a Su Señoría muy digno de informarlo a S.M., para que, si fuere de su real beneplácito, se sirva de ampliar a los religiosos que estuvieren del otro lado de Apure en las citadas misiones, el sí- nodo anual hasta la antigua asignación de ciento y cincuenta pesos, y en ínterin se haga saber a los oficiales de la real hacienda expongan el modo que les parezca más adecuado y efectivo de proveerles lo nece- sario en una obra tan piadosa, y dése un testimonio de estos autos