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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 125 se encuentra indistintamente en todo el tiempo del año, porque su corteza, más dura que la del coco, las hace duraderas largo tiempo, de que se han remitido muestras, y convienen en todo con las que V. 5. tenía ya reconocidas y experimentadas. Estos frutos proporcionan la gran comodidad de que, reducién- dose a pueblos los indios, puedan introducirse los españoles y abrir comercio en aquellos parajes, con lo que se conseguiría el fomento de las reducciones, civilización de los naturales y el mayor servicio de Dios, y principal conato de Su Majestad en la conversión de innu- merables infieles que habitan aquellas selvas. Porque aquella utilidad moverá a los vasallos de Su Majestad a introducirse en aquellos pa- rajes con sus mercaderías y hacer cambio y comercio con los indios, como se ha notado por experiencia. Cuya mutua conveniencia unirá los bárbaros a los españoles. Y más, que los mismos religiosos ten- dríamos el consuelo de hallar felicidad de auxilio en los mismos es- pañoles, que al calor de aquel comercio se irían poblando y resguar- darían las nuevas poblaciones para evitar las fugas de algunos naturales más inclinados, y proporcionarían la reducción de otras naciones, no descubiertas, al centro de aquellos montes. A cuyo fin y para perfeccionar la obra empezada, no sufraga la personal asistencia del informante sus desvelos y fatigas, ni la de los Padres Fr. Andrés de Antequera y Fr. Felipe de Málaga, que le han ayudado en esta ocasión. Porque la mucha distancia que medía de unas fundaciones a otra no permite que un sólo sacerdote provea de pasto espiritual en un distrito de 50 a 100 leguas, que es la mayor situa- ción que tienen los pueblos ya principados, que son: San José de Maipures, Santa Bárbara, San Francisco de Asís, en el Esmeralda, San Felipe, San Francisco Solano y el caño de Davipe; los tres primeros en el alto Orinoco y los restantes, en el Casiquiare y Río Negro. Y deben fundarse otros con los que he dejado empeñada su pa- labra en 300 leguas de distancia. Y por ello le suplico a V. S. se sirva pedir a Su Majestad, a más de los 7 que tienen pedidos el Co- mandante de Orinoco D. Manuel Centurión, otros 10 religiosos, que con el informante y los 2 compañeros pueden asistir a aquellas dila- tadas reducciones en consideración a que en consecuencia no se pue- den cumplir los reales y católicos intentos sin el auxilio de suficientes operarios que trabajan en esta nueva viña del Señor, que se halla distante de Santa Fe 30 días de camino por agua y tierra; de esta