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110 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA aliento trabajar en sus respectivos destinos, no obstante la limosna de 150 pesos que la piedad de V. M. ha señalado a los misioneros de aquella nueva población. Acompaña a ésta relación del estado que en el día tienen las misiones de mi cargo, habiendo hecho a vuestro gobernador y obispo la misma verbalmente y entregándoles las listas de los pueblos existen- tes, sitios, almas que tienen y misiones. Y, hallándose 3 pueblos en estado de pasar a curatos seculares, con las circunstancias que V. M. quiere y manda, pasé a hacer dejación formal de ellos a vuestro gobernador y obispo, la que no admitieron, previniendo se han de perder, sobre cuyo punto podrá V. M. resolver y mandar lo que tenga por conveniente. Asimismo espero de la benignidad y clemencia de V. M. una favo- rable resolución sobre el despojo violento que se ha hecho por vuestro virrey de Santa Fe a nuestra religión de la villa de San Jaime, funda- da y creada por vuestros misioneros capuchinos con imponderables trabajos entre los ríos de Apure y Portuguesa, sobre que tengo dado cuenta a V. M. con los documentos relativos al asunto. Según nuestras constituciones aprobadas por V. M. y sus glorio- sos predecesores, pueden vuestros misioneros capuchinos restituirse a esos reinos cumplidos diez años en los ejercicios y ministerios de nuestro instituto, los enfermos o menos a propósito para el fin, y en todas las ocasiones que se han ofrecido retirarse algunos, jamás se le ha pedido por los dueños de los navíos en que se han embarcado, estipendio alguno ni cantidad por su flete y conducción, hasta ahora tres 'años, que el factor principal de la Real Compañía Guipuzcoana pidió considerable cantidad para el pasaje de uno que, cumplido su tiempo, se quiso retirar, y no tuvo efecto por no tener el religioso ni las misiones con qué poder subvenir a este gasto, y por el mismo motivo queda un enfermo al presente por embarcar; y, como de esta provincia para esos reinos flO hay otras embarcaciones que las de dicha Real Compañía, espero de la piedad de V. M. facilite el transpor- te de los religiosos que, cumplido el tiempo o por otra justa causa, quieran restituirse a sus conventos, dando para ello las órdenes que fueren del mayor agrado de V. M., cuya importante vida pido a Dios con esta vuestra comunidad de misionarios conserve y guarde muchos años en la mayor felicidad para aumento de la cristiandad, extensión del santo Evangelio y bien de vuestros fieles vasallos. Misión de Cara- cas y mayo, 30, de 1764.

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