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ADVERTENCIA PRELIMINAR Los documentos que publicamos en este tercer y último tomo, dedicado a la misión de los Llanos, está formado por los que dicen relación al desarrollo y marcha de la misma desde mediados del siglo XVIII hasta 1820, es decir, hasta que dicha misión dejó de existir, porque, aunque ya en años anteriores y prácticamente desde 1810, la actividad de los misioneros capuchinos era del todo limitada, sin embargo, puede muy bien decirse que hasta el expresado año aún conti- nuaron cuidando de algunos pueblos misionales. En ese lapso de tiempo, o sea, desde 1750 a 1820, las cédulas se hacen ya bastante raras y desde luego fueron dadas para resolver algún caso especial o algún conflicto surgido. En cambio abundan sobremanera las relaciones e informes dados por los Prefectos cada tres años, más o menos, y a veces con mayor frecuencia. En esas relaciones e informes sobre el estado de la misión se dan noticias y datos muy concretos sobre las fundaciones de pueblos y de otras actividades desarrolladas por los misioneros capuchinos, De modo particular debe destacarse la evangelización por ellos reali- zada de los indios que poblaban los terrenos intermedios entre el Meta y el Apure. A eso se dirigió principalmente su esfuerzo a partir de 1771. Por otra parte, justamente desde ese año, son entregados al obispo de Caracas bastantes pueblos para que los misioneros pudieran con más libertad dedicarse de lleno a su apostolado específico. No hacemos mención especial de ninguno de los documentos, pero sí anotamos que todos son de gran importancia y de sumo interés para la historia de los pueblos fundados en ese tiempo por los Capuchinos. No transcribimos algunos que hacen referencia a los incidentes desagradables a que dio lugar la guerra emancipadora: preferimos echar sobre ellos el velo del silencio.