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86 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA bienes porque lo malbaratarán todo y perecerán miserablemente, como tales administradores de lo que toca al trabajo de los indios y a los frutos que se puedan coger con las misiones, solicitamos el sustento de estos pobres. - Tenemos, señor, cerca de las misiones un río llamado Ya- racuy y los indios tienen algunas canoas para que a sus tiempos vayan a pescar, y ya ha sucedido que, teniendo los indios dos canoas llenas de pescado, vino un juez y les quitó todo el pescado, hizo pedazos las canoas y los indios se ahuyentaron, y, como eran recién venidos de los llanos, de miedo se entraron por las montañas, que costó mucho el hallarlos y que no sucediese alguna fatalidad. No sé que de esto entrase algo en las reales cajas, si acaso es de contrabando, pero será como todo lo demás que los jueces triunfan y gastan, y en las reales cajas es muy limitado lo que entra; éste es el dolor. 29.—En suposición que vengan navíos de España y que este trato se quite en la forma que dejo referida, que de otra suerte ten- drá efecto, como la experiencia lo ha manifestado en tantos años, en nombre de toda la misión pido con todo rendimiento a V.M., que Dios guarde, nos conceda que sólo los indios de estas misiones nave- guen el río del Yaracuy y para conducir el cacao y demás géneros de los españoles a Puerto Cabello, y que con el porte de las canoas y trabajo de los indios, pueda yo y cualquiera prelado abastecer las misiones de todo Jo que conduce a su mantenimiento, hierro y adorno de las iglesias, para que de esta suerte no sea necesario que V . que Dios guarde, gaste de sus reales haberes cosa alguna, y asimismo que no pueda otro alguno tener canoa sino los indios, para que se logre el progreso de las misiones y que los gobernadores nos ayuden en celar el que sólo los indios las tengan, y en la boca del Yaracuy haya buena casa en que esté persona de toda satisfacción, que vea si van al trato ilícito y allí paguen los españoles un peso de cada carga, si a y. M. le pareciere, y si es posible, señor, en el Real Consejo hay cabimiento el que, mientras no se consigue este comercio licito, pu- diésemos sólo para las misiones proveemos de lo necesario para los indios, respecto que la manutención de los dichos indios no admite espera, fuera de grande alivio para las misiones, aunque para los demás no se permita, hasta que, habiendo el lícito, no sea necesario, porque no tenemos medios posibles por otro modo alguno. Y esto me alienta a pedirlo con todo rendimiento a y. M., que Dios guarde,