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ISISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 83 vincias más inmediatas se os remitan a lo menos doce religiosos sa- cerdotes. Y, visto en mi Consejo de las Indias, con lo que dijo mi fiscal de él, he resuelto no se haga novedad en nada de lo que proa ponéis, y que puntualmente se observen las órdenes que tengo dadas por real cédula de cuatro de octubre insertas en ella, para la mejor dirección de las misiones y misioneros, bien de los indios y aumento de sus conversiones, a lo cual os arreglaréis presa e indispensable- mente, dándome cuenta del recibo de este despacho y de su puntual cumplimiento. De San Lorenzo, a veinte y seis de agosto de mil sete- cientos y veinte y uno.— Yo el Rey.— Por mandado del rey nuestro señor, Don Andrés del Coro Barrutia Cupide. 179 El Prefecto P. José Francisco de Cádiz informa al rey del estado de la misión, pueblos fundados, misioneros actuales y dificultades sur- gidas, haciendo luego varias peticiones en bien de los indios y de su bienestar material así como para el mayor progreso de las reducciones.— Misión de Nuestra Señora del Carmen, 20 junio 1722.— Original (AGI, Santo Domingo, 801). Señor: Fray José Francisco de Cádiz, predicador capuchino, misionario apostólico y Prefecto, aunque indigno, de estas misiones de los Llanos de, Caracas, nuevamente electo en Capítulo por muerte del Reverendo Parc Fray Pedro de Alcalá, que Dios tenga en descanso, dice que la mayor obligación de su oficio es representar a V.M., que Dios guarde, y a su Real Consejo de las Indias, cuánto conviene al servicio de Dios, de V.M. y bien de las almas, proseguir, como hasta aquí, en la conversión a nuestra sante fe de tantos idólatras y bárbaros como hay en esta dilatada provincia, que lo desean y están pidiendo con ansias, porque esto es muy propio así del fervoroso y católico celo con que V.M., que Dios guarde, solicita siempre su conversión, imi- tando en esto a sus gloriosos progenitores, y deseando que se ex- tienda la predicación y ley evangélica hasta los últimos fines de este orbe y se asegure la unión y paz en todo él, en la Iglesia católica y monarquía de V.M., que Dios guarde, como para que los religiosos