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398 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA gentiles y otros muchos apóstatas fugitivos, mediante el privilegio que, por cédula de V.M., su fecha en San Lorenzo, a veinte y ocho de septiembre del año pasado mil seiscientos y setenta y seis, tienen vuestros misioneros capuchinos para las tales fundaciones de pueblos de españoles. Compónese hoy la dicha villa de setenta y cinco fami- lias de gente blanca, con cuatrocientas y noventa almas, con más de veinte y ocho familias de pardos, con ciento y sesenta y cuatro almas. A distancia de cincuenta leguas al sueste de Calabozo y como ciento y más de Caracas está situado en una mesa espaciosa y alta, cerca del río Iguana, el pueblo que se apellida de dicho río, el que fue fundado por los misioneros capuchinos el año de mil setecientos y treinta y cuatro; el número de indios con que dicho pueblo se fun- dó fue bastantemente copioso al paso que voluntarioso; eran los más de nación palenques y guaiquires; el año pasado de cuarenta y dos se contaron en dicho pueblo quinientas almas, aunque con escasos ade- lantamientos, porque, además de los muchos gentiles que allí había, los que eran cristianos en poco se diferenciaban de aquellos en sus costumbres, ritos y ceremonias. Dicho pueblo ha padecido siempre notables quebrantos, unos originados de los mismos indios que, como en sitio tan avanzado y remoto y donde por no poderlos sostener en sus excesos se mudaban con facilidad, y otros dimanados de las violen- tas entradas que le han hecho los Padres Observantes misioneros de Píritu, de la provincia de Cumaná, alegando ya que la tierra de Igua- na era de su pertenencia y ya también que algunos indios de dicho pueblo eran de su jurisdicción. A fines del año pasado de cuarenta y siete se componía dicho pueblo de solas cien almas de nación de guai- quires. Y, por cuanto al presente, sobre los referidos quebrantos, se halla dicho pueblo sin iglesia en que celebrar ni casa en que viva el Padre misionero, he comenzado a tratar de su fundación como si se estuviera en los principios. Al este de dicha misión y a distancia como de cuatro leguas y un día de camino del Orinoco, está situada la nueva misión de Altami- ra, la que fue fundada por los misioneros capuchinos el año pasado de cuarenta y cuatro con indios palenques y algunos pocos caribes; estos últimos son bastantemente vivos y cautelosos, y los palenques no son tan rudos y bárbaros como los más de los indios que producen los llanos de esta provincia; son trabajadores y afectos a vestirse. Di- cho pueblo tienen por la presente doscientas almas.

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