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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 387 239 Cédula al obispo de Caracas para que admita sin excusas ni retrasos la dejación del pueblo de Charayave hecha por el Prefecto P. Miguel de Olivares y que guarde en un todo otras disposiciones.— Buen Re- tiro, 10 septiembre 1747.— Original (AGI, Santo Domingo, 885, Registro de cédulas, G-47, if. 210v,-212v.). El Rey: Reverendo en Cristo Padre Obispo de la Iglesia catedral de San- tiago de León de Caracas, de mi Consejo: en carta de 24 de enero del año próximo pasado disteis cuenta, con testimonio de autos, de que habiéndoos exhortado el gobernador de esa provincia para que aplicaseis las providencias convenientes a fin de contener diferentes excesos que los indios del pueblo de Charayave habían imputado al Padre Fray Miguel de Olivares, Prefecto actual de los misioneros capuchinos de esa provincia, a cuyo cargo estaba la misión del refe- rido pueblo, y a Fray Pedro de París, su compañero, natural del reino de Francia, que hada ido fugitivo a esa provincia desde la misión a que había sido destinado y a la ¿ial expresáis se había vuelto, hicis- teis se averiguasen y pesquisasen los excesos de los referidos Padres Capuchinos, y añadís que, de las diligencias que para esto se practi- caron, resultó haber sido supuestos los cargos que se les imputaron y se hizo manifiesta la exactitud religiosa con que se portaban en su ministerio, por lo cual los declarasteis por celosos ministros evangé- licos y disteis por libres de los capítulos que se les imputaron, dispo- nido que se hiciese saber a ese gobernador esta providencia para que se enterase de la falsedad de la representación o informe que los indios del pueblo de Charayave hicieron contra los ajustados proce- dimientos de los dos nominados religiosos, y, finalmente, concluís refiriendo que, sin embargo de que con este motivo el Padre Fray Miguel de Olivares hizo dejación de la doctrina del mencionado pue- blo, no se la admitisteis ni admitiréis hasta que, dándome cuenta de todo, determinase yo lo que fuese de mi real agrado. Y, habiéndose visto en mi Consejo de las Indias vuestra citada carta y testimonio con otra de ese gobernador de la propia fecha, en que igualmente ha dado cuenta, con otro testimonio, de las quejas que los indios del pueblo de Santa Rosa de Charayave dieron contra los Padres Fray