BCCCAP00000000000000000000507

360 PUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA fuese a hablar a los tumultuados para que se sosegasen y recibiesen al señor teniente general, que, no obstante que estaba tullido, me obligaba a ir en hamaca para que, yendo conmigo los principales de dicho tumulto a donde estaba dicho señor teniente general, verían cómo los recibía con mucho agrado y se componían las cosas a satis- facción de todos; y, habiendo ido el alcalde de la Santa Herman- dad, Don Antonio Bautista del Campo, a dicha diligencia, no lo qui- sieron oir, antes lo ultrajaron, como le escribí al Ilmo. Sr. Don Juan de Abadiano, en respuesta de una que me escribió S. I. acerca de Ja materia, y a todos inducíamos a que se pusiesen de parte del señor teniente general, como lo hicieron muchos, como fueron el dicho alcalde de la Santa Hermandad, sus dos cuñados, el sargento mayor, Don José Alberto Delgado y Don Marcos Vázquez, que escribieron luego a dicho señor teniente general poniéndose a su disposición; y a más de eso hicimos muchas obras para pacificar dicho tumulto, como fue recibir en esta misión, habiéndolo suplicado el señor teniente general, a veinte y nueve soldados que le venían de socorro y se les asistió con todo lo necesario hasta que fueron a su presencia, sobre que el factor general, Don Nicolás de Francia, escribió a mí, dicho Fray Martín de Corella, dándome las gracias por lo hecho; y en esta materia ninguno puede informar mejor que el mismo teniente gene- ral que, por lo mucho que trabajamos en eso, vino a esta misión dándonos los agradecimientos. Y de todos estos beneficios el pago que yo, Fray Martín de Corella, he sacado es que algunos malévolos de dicho tumulto escribieron al señor gobernador de este pueblo de San Francisco Javier y Nuestra Señora del Carmen, que estaban a mi cargo, no servían sino de abrigo de gente perdida y vaga y de tratan- tes de ilícito comercio, siendo así que el trato ilícito en esta tierra está quitado muchos años ha, y el comerciante del trato ilícito, que es Don Gabriel Bautista del Campo, vive cerca de este pueblo y mucho tiempo ha vivido en esta dicha misión por diferentes tiempos con su familia; y cuando no vive aquí, las más veces pasa por aquí, y, si hubiera tratantes, los cogiera y descaminara, pues se sabe lo celoso que es como es notorio y público. Y también el señor teniente Don José Escudero a nuestra súplica ha nombrado un cabo para que expe- la de la jurisdicción todos los vagos y gente perdida, que anda por estos montes de las misiones. Asimismo certificamos cómo en las invasiones de los ingleses hemos hecho cuando ha sido dable, animando a todos los que pasa-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz