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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 351 dan para la manutención de los religiosos que administran así los pue- blos inmediatos de misión de Nuestra Señora de los Angeles y la Santí- sima Trinidad, como a los que doctrinan los de Iguana y Altamira, y también para la manutención y conservación de sus indios. Estos dos pueblos no rinden más fruto que el maíz y yuca, y esto con tanta esca- sez, que apenas les alcanza para el pan, y los religiosos que allí exis- ten, lo envían a comprar para comer a los valles de Aragua, que distan cerca de cuarenta días de Calabozo; no se dan otros frutos, y menos algodón, por ser tierras muy pobres de montañas y de la misma cali- dad que las de Iguana y Altamira, que sólo producen pastos para los ganados mayores, que sólo crían los vecinos de la villa. Administran estos pueblos los Padres Fray Isidoro de SanMcar y Fray Bernardo de Castellón. 171 .—San Diego de Cojede. - Cincuenta leguas, algo más al poniente, tenemos situado el pueblo de misión intitulado San Diego de Cojede sobre el río de su nombre, distante ocho leguas de la villa de San Carlos, en cuya jurisdicción se halla. Fundó este pueblo el Padre Fray Pedro de Alcalá con indios de naciones gayones y guamos, que, por ser naciones muy diversas, están divididos como en dos pueblos, aunque bajo de una doctrina e iglesia. En este pueblo es en donde se forman las jornadas que se hacen para la reducción de los indios gentiles de los Llanos, por ser estos indios muy diestros así en las fábricas de canoas como en el manejo de ellas. Este pueblo, aunque está situado en los Llanos, que sólo producen, como queda ya dicho, pastos para ganados, por estar situado, ya sobre la cordillera de la serranía, que sólo dista de él de dos a tres leguas, como también de las ve4s que goza del río, tiene muy buenas y fecundas tierras, para sem- brar maíz, yuca, frijoles y tabaco, que se dan muy buenos si bien tiene el padrastro del mismo río que las fecunda, pues, siendo el año abundan- te de aguas, inunda todas las vegas y montañas y arrasa todas las sementeras. Si la cosecha es mediana, tienen los indios el maíz y grano que necesitan para el pan; y si es abundante, ayudan con la sobra para la manutención de los pueblos pobres e indios recién convertidos; mas para uno y otro es necesario que el misionero los recoja en troje de comunidad, porque, de no guardarlo el religioso, se lo gastan en pocos días, consumiéndolo todo en la bebida que de todo ello hacen los indios. El tabaco, que se recoge cuando no se pierde la cosecha, se conduce a la factoría de Puerto Cabello, en donde se conmuta en alguna ropa