BCCCAP00000000000000000000507

MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 349 mandó suspender dicho señor gobernador, como consta de su carta, fecha en La Guaira a 15 de abril de 1744, dando comisión a Martín Pérez de Estanga para que cuidase de recoger a estos indios. Dicho Estanga es un hombre viejo, vicioso, muy pobre y sin valimiento, por donde sólo sirve de nuevo cuidado al religioso que allí asiste, así para mantenerlo a él, como para contenerlo en sus excesos, como consta de las cartas de dicho Estanga y del Padre Fray Miguel de Cádiz, que al presente asiste a dichos pueblos. El expresado Estanga se ha levantado con el gobierno de los indios como si los hubiera reducido y sacado de los montes, siendo constante que el dicho, con sus influjos y poniéndolos de mala fe con el Padre Fray Tomás de Pons, que a la sazón los doctrinaba, ahuyentó a los palenques del pueblo de Iguana, y, por acreditarse con el señor gobernador, fingió que los había sacado de los montes, quejándose del expresa- do Padre Pons, a quien hizo salir de aquellas misiones. Hállase al presente en la catequización y doctrina de unos y otros indios el Padre Fray Miguel de Cádiz, y, según se queja en sus cartas al Prefecto, está sufriendo del dicho Estanga muchos ajamientos que tolera por no abandonar aquellas almas. Todos los más de los indios que supuso el expresado Estanga al señor gobernador que había él sacado de los montes, a vista suya y del Padre Fray Miguel de Cádiz se lleva- ron los soldados que entraron de la provincia de Cumaná, como fugitivos que eran de las misiones de Píritu. De estos dos pueblos de misiones no se saca más fruta que el de los párvulos que se bauti- zan y mueren cristianos, y el de los adultos que mueren en dichos pueblos ya cristianos, siendo la conversión y manutención de ellos a y sta de la pensión de las demás misiones que tenemos, las que gastan con ellos lo que queda ya expresado. Y mientras no se funda- re la villa o pueblo de españoles que se concedió en virtud de la citada cédula de Su Majestad, y se mandó suspender por el señor gobernador, no podrá haber subsistencia en dichos indios, ni se redu- cirán jamás a vida cristiana, sociable y política: así nos lo ha ense- ñado la experiencia de muchos años, como queda dicho en la rela- ción antecedente del estado y método de estas misiones. En la Nueva España se mantienen muchos presidios de soldados pagados a costa de la real hacienda, para sujeción de los indios que se convier- ten, seguridad de los misioneros y defensa contra las naciones enemi- gas que intentan invadir y perturbar a los recién convertidos. El fruto que rinden estos dos pueblos, no es más, como queda dicho,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz