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333 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA viviendo bien satisfecho de nuestra buena conducta, determinó poner en ejecución la expresada real cédula para que se nos quitasen los pueblos de misiones en la jurisdicción de la ciudad de San Felipe, especialmente la misión y pueblo de San Francisco Javier, por otro nombre Agua de Culebras, por ser éste el blanco y objeto a que se dirigen todos los tiros, así por las tierras tan buenas y montañas tan fructíferas que a costa de muchos sudores y trabajos se han abierto, como por la arboleda de cacao que el Padre Fray Marcelino de San Vicente fundó y plantó en dichas tierras para alivio y socorro así de los religiosos misioneros como de los indios y demás misiones, pudiéndose aplicar aquí con gran propiedad, la parábola del profeta Natán a David sobre la ovejita que aquel pobre tenía, que le usurpó y quitó aquel poderoso que tenía multitud de ovejas y vacas gordas, etc. Pues siendo esta misión de San Javier la única ovejita que para un corto alivio tenemos, siendo los demás pueblos de misiones, como anteriormente queda expresado en los principios de esta relación, sólo para aumentar trabajos, afanes y fatigas en los misioneros, desentra- ñándose y desnudándose hasta de los hábitos para mantener los indios, parece cosa dura que por medios tan irregulares nos despojen de este único alivio. 153.—Por último, habiendo requerido el señor gobernador con la precitada real cédula este presente año de 1745 al Ilustrísimo Señor Obispo, para que pusiese cura clérigo en la expresada misión de San Javier y, considerando el Prefecto de estas misiones lo obrepticio y subrepticio de la expresada real cédula, sacada en virtud del sinies- tro informe contra el decoro del santo hábito, de la religión y minis- terio apostólico, y contra la buena fama y opinión que, a costa de su sangre e inmensos trabajos, se tienen grangeada y adquirida los misioneros capuchinos de esta provincia, y el escándalo tan grande que en toda ella se seguiría viéndonos despojar de esta misión con tan inde- coroso fundamento, de que dichas nuestras misiones de la jurisdicción de San Felipe sirven de refugio y abrigo de los tratantes en ilícito comercio, siendo así que, por la contraria, han sido nimiamente celo- sos los religiosos en no consentir ni aún por corto tiempo, aun a perso- nas de distinción, de que han dado varias quejas a los Prefectos, como en todo tiempo se justificará esta verdad, y en consideración de que dichos indios aún no se hallan en estado de que los dejen los Capuchinos de la mano, pues sería cierta su perdición, no sólo por su mucha incapacidad y rudeza, cuanto por haber partidas de indios