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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 317 1 la vida a uno de nuestros soldados e hirieron muy mal a otros nueve, y los más se pusieron en fuga de los nuestros; por cuya causa sólo de esta nación se trajeron cinco almas. Y, no desfalleciendo por esto dicho Padre Fray Miguel, en Apurearriba continuó once días las co- rrerías, en las que consiguió coger veinte y cuatro indios de nación guamos, algunos de ellos apóstatas y fugitivos de las misiones; y, por fin, al cabo de dos meses y medio, hubo de salir dicho Padre Fray Miguel de Vélez con solos veinte y nueve indios que se llevó consigo y pobló, por orden del Padre Prefecto, en la misión de su cargo, que lo era la de Nuestra Señora del Carmen. 120.—Este mismo año hizo otra expedición el Padre Fray Pedro de Villanueva, con una escolta que llevó consigo de la ciudad de Gua- nare, compuesta de cuarenta hombres, poco más, y al cargo del capi- tán Don Miguel del Castillo; y, después de mes y medio que gastó en esta empresa, salió con sesenta y seis indios que redujo, parte gentiles y los más apóstatas y fugitivos de nuestras misiones, los que de orden de dicho Padre Prefecto se agregaron al pueblo y misión de Cojede. 121.—Todo lo expresado y referido hasta aquí consta de au- tos, instrumentos e informaciones hecha por las reales justicias, que todo para en testimonios auténticos en nuestro archivo de las mi- siones, y originales en los oficios de los respectivos escribanos que por el tiempo fueron. Y de todo, según sus tiempos, se ha dado cuenta a Su Majestad y al Reverendísimo Padre Comisario general de las mi- siones, en cuya secretaría y archivo tienen de parar en esta confor- midad, que diré. 122.—Todo lo que se trabajó en el primero y segundo estado de estas misiones de Caracas, en la conformidad que aquí va expresado y referido, consta de los autos que se formaron los años de 1678 por el Señor Don Francisco de Alberro, gobernador y capitán general de esta provincia, ante Juan Rangel, escribano; y por los que se for- maron el año de 1685 por el Señor Don Diego de Melo y Maldonado, gobernador y capitán general, que a la sazón era de esta provincia, sobre la fundación que hicieron los Capuchinos de la villa de San Carlos, y paran hoy originales en la ciudad de Caracas en el oficio del escribano Francisco Arete y Reina. Y de los autos que se formaron en Caracas por los señores obispo y gobernador, Don Diego de Baños y el marqués del Casal, cuyos autos contienen varias informaciones que se hicieron de mandato del señor gobernador el año de 1690,