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306 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA guaiquires, mapoyes, tamanacos, otomacos, abarecotos y güires. Y aunque cada nación tomó su asiento, apartados unos de otros, con su gobierno separado, todos se reducían a los dichos dos pueblos, ofre- ciendo dichos indios habían de salir a poblarse del Orinoco otros diez pueblos; y, aunque algunos después salieron, se volvieron a ir junto con los otomacos, abarecotos y mapoyes después de haber gastado muchos pesos en su manutención, herramientas, vestuarios, etc. 80.—El año de 1724, no pudiendo pasar personalmente religio- sos a los Llanos y ríos de la Portuguesa y de Apure, por hallarse muy embarazados con las tres nuevas poblaciones que se estaban erigien- do, despachó el Padre Fray Marcelino unos indios de la misión de Burla, la que dicho padre estaba formando, dándole diferentes dones para que agasajasen a los indios gentiles de su propia nación y les obligasen con ellos a salir a poblarse en nuestras misiones. Y cum- plieron tan bien su embajada los expresados indios, que al cabo de dos meses volvieron trayendo consigo hasta doscientos indios de na- ción guáricos, los que se poblaron parte en el pueblo de Cojede, y parte en el de Burla. 81.—Este mismo año de 1724, habiendo llegado de España el refuerzo de siete religiosos sacerdotes, hizo una entrada el Padre Fray Buenaventura de Vélez y el Padre Fray Prudencio de Braga, llevando en su compañía ciento veintiséis hombres de escolta, comandados por el capitán Don Ignacio Sánchez, y, habiendo penetrado por diferen- tes ríos en varias correrías que hicieron, cogieron la cantidad de ciento cincuenta y seis indios gentiles de nación guáricos y guaiquires, de los que poblaron unos en el pueblo de Cojede, y otros en el de Nuestra Señora del Carmen, habiendo gastado más de tres meses en esta expedición. 82.—En este mismo año de 1724 hizo otra entrada a la serranía de Nirgua el Padre Fray Marcelino de San Vicente en busca de los indios giraj aras, y, después de un mes que gastó con indecibles tra- bajos, se volvió sin dar con ellos, aunque tuvo el logro de coger en esta expedición once indios de nación guamos, apóstatas de la misión de San Francisco de Tirgua, los que restituyó a dicho pueblo. 83.—En dicho año, por el mes de septiembre, despachó el Pa- dre Fray Buenaventura de Vélez, desde la misión de Cojede, a unos in- dios guamos, ya cristianos y reducidos, para que persuadiesen a otros de su misma nación que se hallaban entre los ríos de la Portuguesa y