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300 PUENTES PARA LA IIISTORSA COLONIAL DE VENEZUELA guamo recién convertido, se enfureció éste de tal modo contra el re- ligioso, que lo mató violentamente con una flecha envenenada, como consta de autos. 64.—Por el año siguiente de 1718, noticioso el Padre Fray Mar- celino de San Vicente de una numerosa población de indios de nación giraj atas que había en la serranía entre unas espesas montañas y sierras inaccesibles, tomando los prácticos y guías que lo habían de conducir a la expresada población y llevando de escolta más de cien hombres a cargo y comando del capitán Don Martín de Gurriola, vizcaíno, an- duvieron cerca de mes y medio a pie por aquellas serranías y monta- ñas con imponderables trabajos y riesgo de despeñarse a cada paso por aquellos peinados riscos por donde se descolgaban con sogas y bejucos del monte; y, habiéndoseles huido los indios que llevaban de prácticos, se vieron precisados a desistir de la empresa y se volvieron todos bien desconsolados, sin haber logrado el fin de su jornada, des- pués de los inmensos trabajos que padecieron, y hasta el presente día no se ha podido dar con dichos indios. 65.—En este propio año de 1718 llegó a estas misiones el so- corro de nueve religiosos, los siete sacerdotes y los dos legos, que ape- nas hubo para surtir y reemplazar los pueblos que estaban unos sin religiosos, administrándose por los más inmediatos, y otros con viejos y enfermos casi imposibilitados de servir. 66.—El año de 1719, con licencia del Prefecto, salió el Padre Fray Salvador de Cádiz apostólicamente con solos dos indios de guía, para reducir una cantidad de indios que tenía noticia hallarse ranchea- dos entre el río de la Portuguesa y la boca del Pao, y, habiendo lo- grado el -reducir sesenta y siete indios, pusieron por condición que se habían de poblar donde elllos quisiesen, ofreciendo traer gran por- ción de su misma nación; y, habiendo elegido el sitio de la Concep- ción del Pao sobre las riberas de dicho río, sitio en que hoy tienen un hato de ganado los señores Tobares de Caracas, se comenzaron a poblar en él con dicho religioso; y noticioso el Prefecto de que los indios intentaban hacer fuga, y receloso no matasen al expresado mi- sionero, envió al Padre Fray Bartolomé de San Miguel con treinta hombres a cargo del capitán Don Ignacio Sánchez y se llevaron dichos indios con otros sesenta y tres que cogieron en el sitio llamado las Caramas, y unos y otros en número de ciento y treinta indios, los po. blaron en el pueblo de San Francisco de Tirgua, por ser de su propia