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XVIISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DI? CARACAS 291 marqués del Casal, gobernador y capitán general de esta provincia, se hicieron el año citado de 1690. 40.—En este mismo año de noventa llegaron al dicho marqués del Casal cuatro reales cédulas que Su Majestad, por mal informado, mandaba que los indios que a nuestro cargo teníamos, se pusiesen ba- jo de la mano de obispo y gobernador; que se hiciesen de comunidad; que se pusiesen en los pueblos maestros, que enseñasen a los indios la lengua española, y que las reducciones fuesen sólo por medio de la palabra evangélica, y por solos los misioneros, mandando Su Majes- tad que se pusiesen de acuerdo para la determinación de estos puntos obispo y gobernador. Y, para poder dicho marqués del Casal determi- nar con acierto, citó al Padre Prefecto de las misiones para que asis- tiese a la junta que se había de formar, para que expusiese dicho Pre- fecto las razones que hallase conducir a favor o en contra de dicha de- terminación, y, no pudiendo asistir a esta junta el expresado Prefecto, que lo era el Padre Fray Pedro de Berja, por sus enfermedades y avan- zada edad, dio su comisión al Procurador de las misiones, que enton- ces lo era Fray Ildefonso (le Zaragoza, para que asistiese en su nom- bre y representase en la junta a los señores obispo y gobernador los inconvenientes que seguían de poner en práctica y ejecución el cum- plimiento de las expresadas reales cédulas. Así se ejecutó, exponiendo en un memorial difuso todo lo que le pareció conveniente, corroboran- do todas las informaciones que sobre su contenido se mandaron reci- bir, así en Caracas como en la villa de San Carlos, como todo consta y se contiene en los autos citados del año de 1690. Y en vista y con- sideración de lo representado por las misiones, haciéndoles fuerza a dhos señores sus razones, determinaron en la junta por auto de acuer- do se suspendiese la ejecución de dichas reales cédulas y se diese cuen- ta a Su Majestad. 41.—En este mismo año, habiéndosele dado testimonio de todo al expresado Padre Fray Ildefonso de Zaragoza, pasó a España y re- presentó a Su Majestad en su Real y Supremo Consejo de las Indias lo que convenía. En cuya vista y de lo que representarían los señores obispo y gobernador, volvió el año de 1692 bien despachado el expre- sado Padre Fray Ildefonso de Zaragoza, trayendo las providencias y despachos de Su Majestad muy a favor de estas misiones, como se veré por las cédulas que están al folio 10 y 11, despachadas en Madrid las dos, a 15 de junio de 1692 y la otra en 27 de agosto del mismo