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MI5ION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 285 dad e incostancia de los indios, el riesgo que cada día amenazaba de su fuga y, sobre todo, lo poco que los indios podían allí adelantar, por ser las tierras del Pao pobres de montañas para sembrar en ellas los frutos, como lo son todas las tierras de los Llanos, pues, como lo muestra la experiencia, es necesario que los hatos y poblaciones que se hallan en lo más de los Llanos, envíen a los valles de Aragua a bus- car el surtimiento y abasto del maíz, casabe, etc., en cuya considera- ción, con ruegos y persuasiones, movió el ánimo de dichos indios para mudarlos y trasladarlos al río de Tirgua, como de hecho se muda- ron, y se hizo la población que hoy persevera con título de San Fran- cisco, quedando los demás religiosos empleados en la pacificación y población de los indios gayones, como queda dicho en el número 14. Y, habiendo representado a los señores obispos y gobernador el es- tado en que se hallaban las misiones y la imposibilidad que había para que se conservasen y se mantuviesen los indios reducidos, sin que hubiese pueblos de españoles que los reprimiesen y sujetasen para que no se huyesen, habiendo hecho junta dichos señores de ambos cabildos, prelados de las Religiones y otros sujetos de ciencia y expe- riencia, hicieron las ordenanzas que por real cédula, su fecha en San Lorenzo a 28 de septiembre de 1676, aprobó su Majestad, siendo uno de los capítulos de ellas, el que cerca de las misiones pobladas y que en adelante se poblasen, se /undase un pueblo de españoles de hasta treinta o cuarenta vecinos, de buena vida y ejemplo para que sirviesen de contener a los indios en su fuga, sujetar en sus embriagueces y re- primir en sus motines, y para que acompañasen dichos españoles a los misioneros para la reducción de los indios gentiles. Y así se comenzó ejecutar siendo lo que queda referido, según consta de autos e infor- maciones, el primer estado que tuvieron estas misiones, desde el año de 1658 hasta el de 1676. Segundo estado de las misiones. 28.—E1 año de 1678 se fundó por los misioneros capuchinos la villa de Tirgua sobre su río, con el título de San Carlos de Austria, y los primeros años costó gran trabajo en congregar y juntar los vecinos, pues estaba entonces esta provincia muy despoblada, de tal suerte que desde Valencia hasta la ciudad de Barquisimeto, que hay sesenta le- guas de distancia, y desde dicha ciudad de Valencia a la de Guanare, nás de setenta, todo era despoblado y desierto, como consta de los