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MI5ION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 271 bran cosa alguna, pues todo su mantenimiento pende del arco y las flechas con que cazan y pescan, y de algunas raíces y frutas silvestres, de que hacen bebidas para embriagarse. Y así, el mayor trabajo que tienen los misioneros, cuando los reducen a población, es el de ins- truirlos en la cultura de la tierra para que cojan maíz o yuca para mantenerse, lo que apenas se puede conseguir en los que se trajeron de los montes; y aun éstos, lo poco que cogen, lo consumen en las be- bidas, que es el vicio rey de aquellos indios. 4.—Son muy flojos, perezosos y haraganes, muy dados a la ocio- sidad y muy amantes de la libertad como las fieras de los montes, por cuya causa se originan sus repetidas fugas, que hacen de las misiones, en queriendo apurarlos un poco para que siembren lo que tienen ellos mismos de comer. 5.—Todos los dilatados Llanos que habitan estas naciones de indios bárbaros, se inundan en tiempo de invierno, manteniéndose los seis u ocho meses del año inundada la tierra; no como quiera, sino de forma que pueden navegar, como de hecho navegan, sus canoas y piraguas por aquellas sabanas y montes, corno si fuera el mar, que- dando sólo descubiertas las copas de los árboles altos y algunos mé- danos de arena y banco que hace la tierra, en donde pasan el invierno los expresados indios con gran incomodidad y mayores necesidades. 6.—Todas estas naciones de los llanos andan desnudos y en la misma conformidad que salieron del vientre de sus madres, excepto algunas de estas naciones, que usan un corto pedazo de lienzo de al- godón o de palma de moriche para cubrir solamente las partes obsce- nas; siguiéndose de esta desnudez el mayor trabajo a los misioneros, cudo los sacan a poblar, en buscarles el vestuario preciso para que puedan entrar en las iglesias y asistir a la doctrina. 7.—Las naciones que hay en estos llanos, son muchas, y de las que hemos sacado y tenernos pobladas al presente son las siguientes: Guamos, atatures, cucuaros, guajivos, chiricoas, guaranaos, otomacos, amaibos, yaruros, chiripas, atapaimas, dazaros, cherrechenes, taparitas, guaiguas, güircs, gayones, achaguas, guaiquires, mapoyes, tamanacos y araucaimas; y estas cuatro últimas naciones son de las riberas del Orinoco. Dichas naciones son de distintos idiomas, y cada una de ellas a cual más bárbara, diferenciándose unas de otras en el idioma, aun más que se diferencia la lengua española de la inglesa, siguiéndose de esta variedad de idiomas gran trabajo a los misioneros para ms-