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260 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA carta de 29 de diciembre del año de 1739 me expuso, e igualmente resultaban de los autos que la acompañaron y justifican que no tan sólo no es de útil para los fines que me expresó el gobernador de Cuma- ná el mencionado pueblo de españoles en el paraje o sitio de Cabru ta, que es el propio que entonces se dijo de la Concepción, sino que puede ser de perjuicio a aquella provincia, además de ser mal inclinado el enunciado Miguel Angel de Córdoba, que es quien solicitó la licen- cia que le dio el gobernador de Cumaná para la enunciada población, que fui servido de desaprobar. Todo lo cual ponía en mi real noticia para que, enterado de ello, resolviese yo lo que fuese de mi agrado. Y, habiéndose visto en mi Consejo de las Indias la expresada carta y testimonios de autos que la acompañan, y teniendo al mismo tiempo presente lo que me ha informado Fray Miguel de Olivares, Prefecto de las misiones que su Religión de Capuchinos tiene en la mencio- nada provincia de Venezuela, en carta de 23 de junio del año de 1740, expresando que desde el de 1657 ha estado a cargo de la enunciada Religión la conversión de los indios gentiles que habitan en sus términos y jurisdicción hasta que, de poco tiempo a esta par- te, se han introducido los religiosos de la Compañía de Jesús con orden que dicen tienen mía, en territorio que pertenece a los Capuchinos, sobre lo cual me ha suplicado sea servido de tomar la providencia que más convenga al servido de Dios y mío. Y enterado yo de lo que en inteligencia de todo ha expuesto el fiscal y de ser cierto que las misiones que los religiosos capuchinos tienen a su cargo en la provin- cia de Venezuela comprenden hasta el río Orinoco de la banda de acá, y a los misioneros de la Compañía de Jesús les pertenece las que están hasta el mencionado río de la parte de allá, que es el distrito que se les tiene señalado a los del Nuevo Reino de Granada, a que se añade que por cédula expedida en 5 de febrero del año próximo pasado desaprobé a Don Carlos de Sucre, gobernador que fue de Cumaná, la licencia que concedió a Miguel Angel de Córdoba para fun- dar una población en el sitio de Nuestra Señora de la Concepción, que es el mismo de Cabruta, donde han fundado el nuevo pueblo los Religiosos Jesuitas, por estar el mencionado sitio en la jurisdicción de la provincia de Venezuela; y considerando también los vastos territo- rios de indios gentiles que tienen a su cargo los misioneros de la Compañía de Jesús, donde pueden emplear su fervoroso celo en la con- versión de tan grande número de almas que viven en las tinieblas de gentilismo, sin incluirse en los pueblos ni territorios que están al