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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 15 no se embarace el volver a cultivar el pueblo del río del Tocuyo, que por falta de religiosos se entregó al Reverendo Obispo, el cual está sin doctrinero, como le consta al Doctor Don Francisco Riberos, que al presente se halla en esta corte, como tengo representado en dicho memorial, y que no han cumplido diez años de poblados, y asimismo, si a V. M. le pareciere, que entremos a doctrinar los tres pueblos que el cabildo de la ciudad de Carora pidió al Prefecto mi antecesor envia- se religiosos a doctrinarlos por haber ya nueve años que están sin doctrineros, muriendo los indios de dichos pueblos sin bautismo ni otros sacramentos, como consta de dicha carta que tengo presentada en dicho memorial. Y asimismo pide que, para hacer la entrega de dichos pueblos, mande V. M. se me dé minuta de todo cuanto por V. M. hubiere sido remitido a dichas misiones desde que se fundaron, para que lo que estuviere en su ser, se deje en dichos pueblos; pero por cuanto la nueva villa del Pilar de Zaragoza consta de pocos vecinos por estar en los principios de su fundación y no tener iglesia, adornos ni orna- mentos más que los que nuestra solicitud ha buscado, puede V. M. mandar se le envíen ornamentos y un cuadro de la advocación y un tabernáculo para colocar el Santísimo, que en aquella tierra no hay artífices que lo hagan, y lo demás necesario para su adorno. Item, el pueblo de indios gayones de San Diego Cojede, por estarse actualmente poblando por orden de V. M., necesita su iglesia de un todo, pues sólo se está manteniendo con las cosas de nuestra solicitud y que con nuestros trabajos hemos juntado, y de la minuta que V. M. mandare darme de lo que hubiere enviado por V. M., se coLocerá lo que necesita para dicho pueblo, o del modo que V. M. díspüsiere así lo ejecutaremos. Item, en el punto ultimo de lo determinado se ha quedado de por resolver lo que pide el Padre Comisario general en su carta que está en dicho punto presentada, con su decreto, el cual pido se me vuelva. Item, necesito que V. M. mande que pasen doce religiosos a las misiones de Caracas y un donado para su asistencia, que el Padre Comisario general me los tiene ofrecidos de su provincia, porque en las misiones sólo quedan diez religiosos: uno impedido con más de 80 años, otro con 70, otros dos con 60, otro cojo por haberse quebra- do una pierna, y otro muy achacoso del pecho, como se lo presenté al gobernador y consta de la licencia que me dio.