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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 235 paran en el archivo de las misiones y en testimonio se han remitido anualmente al Reverendo Padre Comisario general de las misiones, y desde el dicho año de veinticinco hasta el presente consta por dichos instrumentos el haberse sacado en dichas jornadas la cantidad de dos mil quinientos y treinta indios de diferentes regiones, los que se han colocado en los pueblos que ha parecido más conveniente, y desde dicho año de veinticinco hasta el presente se han fundado seis pueblos que son: San Rafael de Onoto, el Angel Custodio del Pao, Santa Bárbara de Aguablanca, Nuestra Señora de Altagracia en Iguana, Nuestra Seño- ra de Guadalupe de Bobare, Santa Rosa de Charayave, por lo respec- tivo a los indios nuevos, la villa de Todos Santos, de españoles, y la villa de San Juan Bautista del Pao; y sin embargo de haberse huido todos los indios del pueblo del Angel Custodio del Pao y todos los del pueblo de Buría y cerca de trescientos indios del Pueblo de Santa Bárbara de Aguablanca y otros muchos indios de los demás pueblos de nuestras misiones, como consta de sus fallas, y haberse perdido ente- ramente el pueblo de San Felipe de Buría y del Angel Custodio del Pao y el de la Divina Pastora de Mapubares, que se entregó al Ordi- nario por el Muy Reverendo Padre Fray Prudencio de Braga, por justas razones que para ello tendría, no obstante para poner de mani- fiesto al rey nuestro señor y al Reverendo Padre Comisario general los atrasos y daños irreparables que se han de seguir a estas misio- nes en las pérdidas de muchas almas de indios y pueblos enteros de indios por no haber enviado los operarios que desde el año de treinta se han estado pidiendo por los Prefectos de estas misiones, represen- tando latamente y protestando no estar a nuestro cargo las pérdidas y atrasos que han sobrevenido y sobrevinieren, como todo se deduce de laeal cédula que expidió Su Majestad, motivado del informe hecho por el Reverendo Padre Procurador general Fray Francisco de Málaga, su fecha en Aranjuez, a tres de julio de mil setecientos treinta y tres, y al mismo tiempo dar cuenta del incesante trabajo y diligencias que se han hecho en este tiempo para la reducción y conversión de los indios gentiles sin desmayar por la pérdida de tantas almas los pocos opera- rios que hoy existen. Por ci presente auto ordeno y mando a todos y a cada uno de los religiosos misionarios mis súbditos, presidentes de los pueblos que hoy existen, me pongan de manifiesto en la visita que de dichas misiones vuelvo hacer, todos los indios cristianos y gentiles que a su cargo tienen, con distinción de familias, sexos y edades de cada uno, el tiempo en que cada uno se redujo y en el que se bautizó,