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234 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA tro años, cuyos autos despachó de oficio al rey nuestro señor y a pedi- mento del Reverendo Padre Fray Salvador de Cádiz, Prefecto que a la sazón era de estas misiones, se pidió se le compulsasen los testimonios de dichos autos, de los que despachó por duplicado al Reverendo Padre Comisario general, quedando uno de los dichos testimonios protocolado en el archivo de estas misiones, y constando de ellos latamente las jornadas y expediciones que todos los años se han hecho para la reducción de los indios gentiles, de los que consta se han poblado y reducido por los misionarlos capuchinos de esta provincia de Caracas, desde el año de mil setecientos y seis hasta el de mil setecientos y veinti- cinco, la cantidad de tres mil ochocientos y cuarenta indios de ambos sexos, y se han fundado en dicho tiempo diez pueblos, como todo consta latamente de dichos autos, a que me remito y para en la secretaría de Indias, en el archivo de estas misiones y en el del Reverendo Padre Comisario general de las Naciones de España; y por cuanto me hallo precisado a dar cuenta al rey nuestro señor y a nuestro Reverendo Padre Comisario general del estado en que al presente se hallan estas misiones para que sobre ellas y sobre sus mayores progresos se den las providencias que prontamente se necesitan de religiosos operarios, de que ha diez años se carece y ha estado en todos ellos pidiendo a Su Majestad su pronto envío, los que hasta el presente no han llegado, y por cuya causa han experimentado estas misiones irreparables daños, quedándose solos y sin pastor alguno de los pueblos de indios que a nuestro cargo tenemos, por donde se han huido muchas partidas a los montes, apostatando de la fe y dando lugar a que despojen iglesias y casas de cálices y ornamentos sagrados y otras alhajas y bienes de dichas misiones, como todo consta; y sin embargo que los Prefectos de estas misiones, aun excediendo a su posibilidad y obligación, han procu- rado mantener a costa de diferentes limosnas y empeño que han con- traído con algunos devotos, a diferentes religiosos y clérigos, como consta de los recibos que han dado de lo que han percibido, aun no ha bastado para que se deje de haber perdido muchas almas que se han huido por no quererse sujetar los expresados ministros a los impon- derables trabajos, fatigas y ninguna utilidad temporal que resulta de la educación de los indios nuevamente reducidos, y no obstante la penu- ria tan grande en que nos hallamos de operarios, no se han dejado de hacer, desde el año de veinticinco ya citado hasta el presente, entra- das todos los años a la reducción y conversión de los gentiles y recobro de los fugitivos y apóstatas, constando por instrumentos auténticos que ul , 1