BCCCAP00000000000000000000507

MISION DE LOS CAPUCHINOS EN LOS LLANOS DE CARACAS 233 causa de Dios y de V. M. en las conversiones de los gentiles, ayudán- donos mutuamente los unos a los otros; pero, insistiendo en fundar sus poblaciones de esta nuestra parte y banda del Orinoco, resultará el que ni los Padres Jesuitas ni nosotros adelantaremos cosa alguna, y caso que los Padres Jesuitas adelanten algo en sus misiones, será con la ruina y perdición de las nuestras, como se va verificando, pues si se llegan a visitar los indios reducidos que hoy tienen dichos Padres en Orinoco, a excepción de los sálivas que están convertidos muchos años ha, todos los demás son fugitivos y apóstatas de nuestras misiones. Todo lo cual pongo en la alta comprensión de V. M. para que en su inteligencia se sirva expedir las órdenes que tuviere por más convenientes al servicio de Dios y V. M. C.C.R.P. guarde Dios los muchos años que la cristiandad necesita. Caracas y junio, 23, de 1740. Fray Miguel de Olivares, Prefecto de las misiones de Caracas (firmado y rubricado). 224 Carta del Prefecto P. Miguel de Olivares a los misioneros de los Llanos, en la que expone la situación de la misión, las dificultades existentes, las entradas realizadas, los indios huidos de las poblaciones y al mismo tiempo pide datos de matrículas de indios, los fallecidos en las distintas poblaciones, los bautizados y casados en la respectiva fundación.— Misión de la Santísima Trinidad de Calabozo, 10 diciembre 1740. - k. Original (BN. de Madrid, ms. 3649, ff. 245v.-246). Fray Miguel de Olivares, predicador, misionero apostólico y Pre- fecto de las misiones de Capuchinos de esta provincia de Caracas: Por cuanto por auto expedido por Don Diego de Portales y Meneses, gobernador y capitán general que fue de esta provincia, en cinco días del mes de septiembre de mil setecientos veinticinco años, se mandó hacer información y demás diligencias que tuvo por conveniente, a fin de dar cuenta individual a Su Majestad, que Dios guarde, del estado de estas misiones, según se le mandó por real cédula de Su Majestad, su fecha de Buen Retiro, a veinte de agosto de mil setecientos veinticua-