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222 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA El R. P. Procurador escribe que no conviene en que se haga el hospicio de la limosna asignada, si no es que lo costee el rey, y esto nunca se efectuará) con que nos vendremos a quedar sin lo uno y sin lo otro. Si los religiosos convienen gustosos el que se aplique dicha cantidad para el hospicio, si queremos más bien carecer del socorro de los cincuenta pesos que da el principal de los operarios, ¿qué tiene que meterse el R. Padre Procurador en hacer otras instancias? Si hubie- ra dejado correr los informes como iban, ya quizás estuviera conce- dida la gracia del hospicio y es consecuente de los religiosos que tanto necesitamos: de esto es de lo que necesitamos, y habiendo operarios que trabajen en la reducción de los gentiles, no nos faltará el socorro de la divina providencia para mantener a los religiosos) a los nueva- mente convertidos y para costear los muchos gastos que se hacen para las jornadas a la reducción de los gentiles. En esta ocasión se vuelven a esa nuestra santa providencia los Padres Fray Luis de Madrid y Fray Miguel de Méjico, por haberlo así pedido, por sus continuados accidentes y haber ya cumplido sus diez años. Yo no he querido, sin embargo de la cortedad con que nos halla- mos, detenerlos, pues considero que, no estando para trabajar en las misiones hábiles, no servirán más que de acrecentar el cuidado y la fatiga a los demás. El reverendo Padre Málaga, siendo Procurador, pidió a S. M. concediese una misión de religiosos para esta provincia, instando por que se les diese una limosna en las reales cajas para poderse mantener en su ministerio. Y esta petición que dicho R. Padre hizo con buen celo, ha sido la que nos ha echado por puertas y la que ha atrasado las misiones y embargado la venida de los operarios, como se colige así de la real cédula que en esta razón se expidió en Aranjuez el año de setecientos treinta y tres, como de las demás que en esta sazón se han despachado. Y viendo los misioneros que el motivo retraente para no venir religiosos a aliviarles en sus insoportables trabajos es la dicha limosna que pide el Padre Málaga para los opera- rios, desde luego claman que no quieran tal limosna. Yo digo lo mismo con todos ellos y de esto tengo informado largamente a V. R. Todo lo que llevo en ésta expresado suplico rendidamente a V. R. lo tenga presente junto con los demás informes e instrumentos que tengo remitidos a V. R. sobre lo importantísimo que es el hospicio para que estas misiones, así en lo formal como en lo material, se conser- ven con los mayores aumentos en servicio de Dios, del rey y crédito de

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