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218 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA 92 de ambos sexos. Y concluye dicho Prefecto se apruebe la pobla- ción que se ha hecho de estas naciones, ofreciendo dar aviso con lo que resultare de otra nueva entrada que por el mes de enero del citado año de 737 habían emprendido dichos misioneros. De todo lo cual enterado el fiscal y que para unas y otras con- quistas, además de la orden general que tienen de S. M. por cédulas del año de 1702, procedió la venia y licencia particular del coman- dante de aquella provincia, con cuyo consentimiento e intervención del Reverendo Obispo se les asignó a los ya convertidos para su habi- tación y residencia los pueblos y parajes que se idearon más a propó- sito y proveídos juntamente de ministros eclesiásticos que los adminis- tren y cuiden del pasto espiritual, parece se podrá aprobar lo ejecutado, dando las gracias al Prefecto de dichas misiones de los buenos y favo- rables efectos que se han experimentado en la predicación de sus reli- giosos, la que se espera continúen sin desmayar de su fervoroso celo, participando, como ofrece, la resulta de la conquista que quedaba pen- diente. Y también se podría hacer la misma diligencia con el Reveren- do Obispo que, en nombre de S. M., dará iguales agradecimientos al Conde de San Javier por las limosnas con que el piadoso efecto de uno y otro ha contribuido para estas expediciones. Sobre todo el Consejo determinará lo que tuviere por más conveniente. Madrid y marzo, a 4, de 1738. 219 Carta del Prefecto P. Salvador de Cádiz al P. Provincial de Andalu- cía y Comisario general de las misiones, exponiéndole la situación de la misión de los llanos, sobre todo en orden a la necesidad de personal. - Caracas, 6 julio 1738. - Original (AGI, Santo Domingo, 820). Reverendo Padre nuestro Provincial y Comisario general. - Reve- rendo Padre: ésta sólo dirijo a representar a V. P, lo más sucinto que pueda, la extrema necesidad que padecen estas misiones de operarios y que se halla en término de perderse lo que tantos sudores, afanes, trabajos, fatigas y sangre ha costado por discurso de muchos años a los religiosos hijos de esa santa Provincia.