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206 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA aunque bautizados por los negros de aquellas estancias comarcanas. Y, habiéndose puesto muchos medios por la ciudad de Barquisimeto para reducirlos, nunca lo pudo conseguir, hasta que, habiendo aquel ayun- tamiento y cabildo pedido al Prefecto de aquellas misiones enviase religiosos que trabajasen en su reducción, me despachó para este efecto con otro misionero por el mes de marzo del presente año. Y, habiendo congregado los indios que por aquellos parajes an- daban dispersos, y propuéstoles el fin de nuestra jornada que era para que viviesen cristiana y políticamente y se redujesen a población como hijos de la iglesia y vasallos de V.M., se allanaron muy gustosos y conformes a hacer su población y reducirse a doctrina, con condición que había de ser en la sabana y sitio de Bobare que era el sitio que W ellos como todos sus antepasados habían poseído, y está diez le- guas distantes de la ciudad de Barquisimeto, y que en esta conformi- dad y con esta condición se reducirían y sacarían de las montañas a otras familias de su misma nación para que se poblasen con ellos. Y, en atención a que dicha sabana y sitio de Bobare no tenía due- ño ni legítimo contradictor, y que en ella concurrían las calidades y condiciones prevenidas en las leyes de estos reinos para la fundación de un pueblo, pasó el alcalde ordinario diputado por la ciudad de Bar- quisimeto a la demarcación del pueblo y nombramiento de alcaldes y ministros de aquellos mismos indios, que todo fue a gusto de ellos, como constará por el decreto del cabildo de dicha ciudad y diligencia fecha por ci alcalde. Después pasamos mi compañero y yo, con asistencia del vicario y juez eclesiástico de aquel partido, a la delineación de la iglesia con título y advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, en cuya fábrica se está actualmente entendiendo con aprobación de V. Reverendo Obispo, como consta del testimonio de auto por él proveído. Y porque se espera que de la reducción y población de estos in- dios ha de redundar la de otros muchos que viven bárbaramente en aquellos montes, se ha de servir V.M. de aprobar lo ejecutado en esta población, tomándola bajo de su real amparo para que así crezca y se aumente con los felices progresos que se esperan. Dios guarde la C.R.P. de V.M. los muchos años que la cris- tiandad necesita. Caracas y julio, 6, de 1733 años. Fray Salvador de Cádiz (firmado y rubricado)

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